lunes, noviembre 01, 2004

duele D.

pero cuando duele no pensas. y ahi estaba yo, decia, yo caminando por la calle gris y los buses pasaban y el sol con su trasfondo constante de ruido de video. ahi. diciendo en la plana west Los Angeles, diciendo en mi cabeza agachada y ojos semicerrados, este dolor que me dice de la vida. ah? y cuanto voy a disfrutar si logro ponerme un nuevo set de dientes. toda esas cosas para masticar. y bien, masticar bien. pero todo esto toca demasiadas cosas. y se necesitan miles de dolares en tu bocota para masticarlo todo. para masticar el mundo. para masticar toda la comida que te vas a comer. necesitas los dientes. y mi muela rota que palpitaba como un sol, no, como una supernova que iba a explotar. y pum pum pum, yo la sentia en la cabeza y en los ojos y el mundo saltaba con ella. me dolia como duelen los dolores que dicen de La Vida. y respiraba y pensaba pero todo el mundo ha tenido dolor de muela. a todos todos les ha tocado, si no, como hacen para ser humanidad? hace miles de miles de años un antepasado masticando habia llegado hasta el hueso de la mandibula. se habia comido su propia carne y habia sangrado las eras. y el dolor era dolor de piedra. de animal herido. de estrella ofendida. pum pum. asi la vida te trae aqui. te pone en el espacio gris de la calle. pum. y una punzada de dolor. dolor de carne roja. de humano idiota. es una economia. yo estaba viendo. es una economia. te prolongan el dolor y luego haces lo que sea para que se vaya.

y doblamos por Venice boulevard y yo venia pensando con mi dolor de muela pensando, aunque asi no se puede pensar. bien.algun dia te tiene que doler y pues es un dolor antiguo. esta ahi como estan los dioses, es como una de esas cosas. pero que digo. es como una de esas cosas que hay que saber, tener en el archivo, en el coconut. ylos dentistas haciendo lo suyo con la economia del dolor y la mecanica de la masticacion. porque lo que quiero es pagar para que se vaya, mira te pago lo que tenga. y luego. me quiero masticar todo Todo con los dientes que me pongas. me quiero masticar las arepas y el caramelo y el agua y quiero seguir masticandome el dolor y masticandome la calle. quiero masticar las nubes y los supermercados y las playas y el cielo. quiero masticarme las estrellas y que no me duela quiero masticarme la luna y el sol. escupirlos. masticarlos otra vez. quiero tener una boca universal con dientes infinitos. quiero masticarme como la culebra esa de los griegos.

pum pum. el ojo se hace chiquito como si se lo estuviera masticando un fantasma frio. y doblamos por la calle que nos lleva a la casa. ay. y quiero llegar al baño para echarme el gel de anestesia que no sirve para nada. y ensayo cosas como un desesperado para el dolor. respiro por el hueco de mi muela. me tomo el liquido para el dolor de muela. me lavo con agua fria o caliente. con desinfectante. y a veces se va. se va el dolor por un rato. y es como si nunca hubiera existido.

miro el tapete cafe y aburrido y siento con los pies. abro la ventana. me cambio el saco. para estar mas abrigado y me recuesto en la posicion fetal y me quiero meter en el limbo ese antiguo bajo las cobijas. y ahi abajo vuelve y palpita. a veces, en esos casos. lo unico que funciona es prender el televisor para empezar a sentirse miserable pero sin culpa. como para bañarse con las imagenes. y que ellas se lleven lo suyo. es un baño miserable yo se. pero hay dias en que no hay mas. estar solo. idiotizado por la cajita. pero no quiero que sea como una moral ni nada de esas cosas. mas bien como preguntarse por el dolor y una voz de esas viejas que viene y dice. el dolor es maravilloso y es cruel y es mundo. y sos dolor y no hay salida. queres ser una foto cortada en pedazos y queres ser una caida pero no te queda opcion, sos dolor.

y suena una campana (tang!) suena como el jugo de naranja en polvo.


-que oyes?
-nada. es el ruido.
-quienes son?
-son unos lobos tristes que rayan televisores contra las rocas en vez de aullarle a la luna.
-como te parecio la playa.
-era como arena pero me dolia tanto la muela que no lo pude soportar. no puedo pensar y no puedo hablar. es una mierda.
-tranquilo.
-no! tu que sabes de dolor.
-se tanto, y tanto mas a lo mejor.
-eso no lo podes comprobar. pero te creo. mira, es que estoy cansado de esta economia de mierda. es el dolor y el dinero. todo junto.
-mira que no hay que preocuparse por eso.
-esta manana me tome una papilla de frutas. no habia mas. ya no se para que quiero dientes. los dientes me estorban y si no se pueden cambiar como accesorios no los quiero ya.
-no es el futuro todavia.
-estamos mal hechos. y tanta gente saca provecho de eso. es el dolor por tu trabajo. estamos todo el tiempo en la linea de fuga del dolor. siempre ahi. como un abismo. para que te esfuerzas en salir de la cama.
-ya lo hago de costumbre.
-me da envidia de vos. al menos lo haces asi. yo me tengo que convencer. argumentos y argumentos. pero es muy corto todo de cualquier manera. asi que termino saliendo. y el dolor me levanta. es como si un fantasma frio me estuviera apretando la vida.
-y que queres?
-quiero tener los dientes buenos para masticarmelo todo.
-como todo? te queres masticar al viejo H. a la Tia tambien?
-me quiero masticar la calle y el sol y los supermercados. quiero masticarme los satelites naturales de la tierra.
-me queres masticar a mi?
-tu no existes como te voy a masticar?
-...
-y no me haz dicho, acaso queres que te mastique. que te haga pure con los dientes rotos mientras te roto en mi boca con la lengua para que penetren las enzimas de la saliva?
-hace lo que quieras. el territorio es tuyo.
-me duele como una marcha en la cabeza. como si la sangre se quisiera salir a la fuerza.
-te quejas demasiado. me estas aburriendo. si no tuvieras ese diente muriendose en la boca no tendrias nada. nada.
-eso es todo lo que tengo en mente por ahora. y es rabia. no puedo decir nada mas. el diente hace que la espera sea mas larga. mas llevadera.
-es una enfermedad.
-eso es una cursileria. andar hablando de enfermedades como si un estado de salud pudiera explicar el mundo. es una mierda, ya ni quiero hablar contigo. sos como una cosmologia medicinal y eso no dice nada tranquilo del lugar en donde habitamos.
-yo te traje al lugar que ocupas ahora. no te hagas. tenes que seguir. a ver, decime cual es tu cosmologia?
-no me quiero meter con esas cosas. son idioteces, cursilerias. yo no necesito una cosmologia. yo estoy y ya. eso me basta y te deberia bastar a ti. no voy a hablar de religion.
-no confundas que no es lo mismo.
-hay un punto en donde convergen y hay una decision racional que nos define con respecto a ellas.
-ya perdiste de vista el dolor.
-no es algo que pueda ver.
-que importa?
-no importa.
-nada importa.
-... -sonrisa.
-... -la mirada se pierde en el reflejo de la ventana.

empieza con Nausea, desde las entrañas

es que me da trabajo acordarme. a usted tambien le debe dar trabajo. no se haga. yo se como son las cosas. es que tengo mucha calle encima, y mucho campo. a mi me trajeron aqui cuando estaba muy chiquito. y yo apenas sabia como se llamaba un perro o como levantaba uno la mano haciendo como si fuera a tirar una piedra para ver al perro asustandose y mirando atento con esos ojos de animal inteligente. atento le digo. yo tambien aprendi a mirar con esos ojos. ahora mismo lo estoy haciendo. yo aprendi a mirar como si todo el mundo estuviera levantando la mano para tirarme una piedra. y yo se que puede o no puede ser mentira. eso ya no me importa. eso nunca ha importado. ahora mismo le miro y el mundo levanta el brazo infalible pero yo le clavo la mirada y asi queda sostenido el mundo. la mirada es la palanca que apuntala el brazo quieto con su piedra hipotetica en un istante y asi queda confirmada nuestra presencia. quedamos Hechos. eso no me acuerdo como ni cuando lo aprendi. pero seguro que lo aprendi porque antes yo miraba al viejo H. y el hacia lo mismo. lo hacia sin perros y sin piedras y sin mirada. bueno, a veces se detenia al lado de un poste y miraba, atento. y uno podia darse cuenta de que el viejo H. estaba apuntalando al mundo. el viejo H. sabia que de eso dependia todo. el y nosotros y los avisos que se podian ver en el fondo cuando uno lo miraba y el olor de las alcantarillas y la conversacion en el apartamento del frente. la composicion perfecta del grafitti tachado en el muro del lavadero de carros. el viejo H. sabia hacerlo aunque no le importara. al dia siguiente estaba pidiendo limosna con su cara de idiota en el restaurante que quedaba al lado del zoologico. ese en donde uno podia comer sopa de panza de res mientras el olor de establo importado de africa llegaba con el viento. mismo viento que movia los guaduales. uno podia comer sopa de panza de res en esa mesitas con mantel de vinilo y los rugidos del leona en celo traidos por el viento. el mismo viento que movia los guaduales. el viejo H. era un idiota de verdad casi todo el tiempo, con su panza y su vestido de abogado muerto a puñaladas sucio de dormir en los andenes. el viejo H. olia casi todo el tiempo a alcohol antiseptico semen seco y liquid paper pero estaban esos momentos en que sabia lo que hacia con su paradito de virgen en las calles bien pintadas. si no fuera por los gestos del viejo H. ni usted ni yo estariamos aqui, ni yo escribiendo ni usted leyendo. pero eso no importa. con el tiempo yo aprendi a hacer lo mismo y me hice tan bueno que deje de ver al viejo H. me contaron que un dia aparecio muerto en un caño oliendo a alcohol antiseptico con coca-cola, los cangrejos se le habian comido los ojos, cara verdeazulada,panza hinchada. nadie se asusto. pero lo echaron de menos. yo me tome una cerveza china con whisky de Tenessee para recordar al viejo H. con su cara color de zanahoria y su lata de leche condensada vacia colgando del pantalon. cuando no estaba vacia estaba llena de alcohol antiseptico con coca cola, sin gas. y el la cogia como si estuviera en un coctel en New York hablando de algun artista que se estaba haciendo famoso, no importaba si estaba en la calle de la Soledad o en la del cartucho o en venice blv. el siempre la cogia con ese garbo sobrenatural y se echaba unos sorbitos toxicos y la cara la mantenia como un actor de No mientras la cosa horrenda le bajaba por la garganta.
un mazda 323 pita con su pito maricon en la esquina de la septima con cincuenta y cuatro. gris. y mierda de perro.

&

sol.

uno.

una calle dos calles tres calles. para que cuentas entonces. no queda nada. ni una gota de lluvia ni las babitas que no pudieron derretirse, ahi congeladas. ah, pero tu piensa que piensa. piensa que piensa. como si ahi se detuviera la violencia. pero no ves que el mundo es tan pero tan pero tan violento que, es tan pero tan violento que.
no me estas escuchando. puta. estas ahi?
no me estas oyendo. espere le cuento que es lo que pasa. aqui estamos usted y yo. y quien sabe quien mas porque esto es como uno de esos espacios que hay en en teatro o en uno de esos momentos vacios que se esconden en las partes oscuras de una sala de cine. como cuando la pelicula se detiene por un instante y todo negro, el mundo negro, la mente negra. la palomita de maiz negra detenida en un instante negro sin tiempo y sin espacio antes de la accion antes de la reaccion todo negro. entiende? hablo negro porque no hay mejor palabra. uno de esos instantes. negro. que es una palabra muy bonita. bueno asi es este espacio. si las letras y donde quiera que esten porque de eso no podemos estar seguros y usted y yo y la cosa a su lado. estamos en un instante negro. eso es lo que queremos. entonces ya voy pintando el panorama y ya voy pintando los personajes y usted esta ahi. ahi. bien. y la violencia ya esta hecha y ya todos nos sentimos culpables y yo ya me he sentido culpable. y tambien euforico. nos hemos sentido euforicos. y nostalgicos. ya hemos navegado por los mares oscuros y tormentosos y friamente calidos y calculados de la nostalgia. el espacio esta ahi. y el tiempo y todo lo contrario tambien. estamos haciendo eso por el bien de
pero no me estas escuchando? si. bien. y el amor. tambien. el amor esta. llamamos lista:
-amor!
-presente.
-dolor!
-presente.
-risas!
-presente.
-misterio y la mierda de la vida y la puta madre que la pario.
-presentes!
etcetera etcetera. hay dias en que no hay que gastarse enumerando todas esas cosas cuando ya las tenemos entre manos. le vengo describiendo la cosa. y aqui me doy un instante calculado para darle una chupada al cigarrillo, pensar en el humo haciendo trazos en el aire y como que le pregunto al oraculo... ah. que respuesta. le doy otra chupada al cigarrillo pongo las manos en el suelo.

pero donde estoy? ah si la calle. es la superficie que huele a cielo podrido a estampita de la virgen a pedo de carro a tiempo son los años que pasan y las grietas de las manos. que pican. huele a mar viejo. a huevo redondo. el culo, cogiendo la textura plana del anden y los carros que pasan a lo lejos. a veces cerca. con su voz de viento mecanico. es ahi donde estoy. pero todo sigue oscuro.
es que no me acuerdo.
mierda. como eran esas cosas? a si, vea le cuento.