empieza con Nausea, desde las entrañas
es que me da trabajo acordarme. a usted tambien le debe dar trabajo. no se haga. yo se como son las cosas. es que tengo mucha calle encima, y mucho campo. a mi me trajeron aqui cuando estaba muy chiquito. y yo apenas sabia como se llamaba un perro o como levantaba uno la mano haciendo como si fuera a tirar una piedra para ver al perro asustandose y mirando atento con esos ojos de animal inteligente. atento le digo. yo tambien aprendi a mirar con esos ojos. ahora mismo lo estoy haciendo. yo aprendi a mirar como si todo el mundo estuviera levantando la mano para tirarme una piedra. y yo se que puede o no puede ser mentira. eso ya no me importa. eso nunca ha importado. ahora mismo le miro y el mundo levanta el brazo infalible pero yo le clavo la mirada y asi queda sostenido el mundo. la mirada es la palanca que apuntala el brazo quieto con su piedra hipotetica en un istante y asi queda confirmada nuestra presencia. quedamos Hechos. eso no me acuerdo como ni cuando lo aprendi. pero seguro que lo aprendi porque antes yo miraba al viejo H. y el hacia lo mismo. lo hacia sin perros y sin piedras y sin mirada. bueno, a veces se detenia al lado de un poste y miraba, atento. y uno podia darse cuenta de que el viejo H. estaba apuntalando al mundo. el viejo H. sabia que de eso dependia todo. el y nosotros y los avisos que se podian ver en el fondo cuando uno lo miraba y el olor de las alcantarillas y la conversacion en el apartamento del frente. la composicion perfecta del grafitti tachado en el muro del lavadero de carros. el viejo H. sabia hacerlo aunque no le importara. al dia siguiente estaba pidiendo limosna con su cara de idiota en el restaurante que quedaba al lado del zoologico. ese en donde uno podia comer sopa de panza de res mientras el olor de establo importado de africa llegaba con el viento. mismo viento que movia los guaduales. uno podia comer sopa de panza de res en esa mesitas con mantel de vinilo y los rugidos del leona en celo traidos por el viento. el mismo viento que movia los guaduales. el viejo H. era un idiota de verdad casi todo el tiempo, con su panza y su vestido de abogado muerto a puñaladas sucio de dormir en los andenes. el viejo H. olia casi todo el tiempo a alcohol antiseptico semen seco y liquid paper pero estaban esos momentos en que sabia lo que hacia con su paradito de virgen en las calles bien pintadas. si no fuera por los gestos del viejo H. ni usted ni yo estariamos aqui, ni yo escribiendo ni usted leyendo. pero eso no importa. con el tiempo yo aprendi a hacer lo mismo y me hice tan bueno que deje de ver al viejo H. me contaron que un dia aparecio muerto en un caño oliendo a alcohol antiseptico con coca-cola, los cangrejos se le habian comido los ojos, cara verdeazulada,panza hinchada. nadie se asusto. pero lo echaron de menos. yo me tome una cerveza china con whisky de Tenessee para recordar al viejo H. con su cara color de zanahoria y su lata de leche condensada vacia colgando del pantalon. cuando no estaba vacia estaba llena de alcohol antiseptico con coca cola, sin gas. y el la cogia como si estuviera en un coctel en New York hablando de algun artista que se estaba haciendo famoso, no importaba si estaba en la calle de la Soledad o en la del cartucho o en venice blv. el siempre la cogia con ese garbo sobrenatural y se echaba unos sorbitos toxicos y la cara la mantenia como un actor de No mientras la cosa horrenda le bajaba por la garganta.
un mazda 323 pita con su pito maricon en la esquina de la septima con cincuenta y cuatro. gris. y mierda de perro.
sol.
uno.
una calle dos calles tres calles. para que cuentas entonces. no queda nada. ni una gota de lluvia ni las babitas que no pudieron derretirse, ahi congeladas. ah, pero tu piensa que piensa. piensa que piensa. como si ahi se detuviera la violencia. pero no ves que el mundo es tan pero tan pero tan violento que, es tan pero tan violento que.
no me estas escuchando. puta. estas ahi?
no me estas oyendo. espere le cuento que es lo que pasa. aqui estamos usted y yo. y quien sabe quien mas porque esto es como uno de esos espacios que hay en en teatro o en uno de esos momentos vacios que se esconden en las partes oscuras de una sala de cine. como cuando la pelicula se detiene por un instante y todo negro, el mundo negro, la mente negra. la palomita de maiz negra detenida en un instante negro sin tiempo y sin espacio antes de la accion antes de la reaccion todo negro. entiende? hablo negro porque no hay mejor palabra. uno de esos instantes. negro. que es una palabra muy bonita. bueno asi es este espacio. si las letras y donde quiera que esten porque de eso no podemos estar seguros y usted y yo y la cosa a su lado. estamos en un instante negro. eso es lo que queremos. entonces ya voy pintando el panorama y ya voy pintando los personajes y usted esta ahi. ahi. bien. y la violencia ya esta hecha y ya todos nos sentimos culpables y yo ya me he sentido culpable. y tambien euforico. nos hemos sentido euforicos. y nostalgicos. ya hemos navegado por los mares oscuros y tormentosos y friamente calidos y calculados de la nostalgia. el espacio esta ahi. y el tiempo y todo lo contrario tambien. estamos haciendo eso por el bien de
pero no me estas escuchando? si. bien. y el amor. tambien. el amor esta. llamamos lista:
-amor!
-presente.
-dolor!
-presente.
-risas!
-presente.
-misterio y la mierda de la vida y la puta madre que la pario.
-presentes!
etcetera etcetera. hay dias en que no hay que gastarse enumerando todas esas cosas cuando ya las tenemos entre manos. le vengo describiendo la cosa. y aqui me doy un instante calculado para darle una chupada al cigarrillo, pensar en el humo haciendo trazos en el aire y como que le pregunto al oraculo... ah. que respuesta. le doy otra chupada al cigarrillo pongo las manos en el suelo.
pero donde estoy? ah si la calle. es la superficie que huele a cielo podrido a estampita de la virgen a pedo de carro a tiempo son los años que pasan y las grietas de las manos. que pican. huele a mar viejo. a huevo redondo. el culo, cogiendo la textura plana del anden y los carros que pasan a lo lejos. a veces cerca. con su voz de viento mecanico. es ahi donde estoy. pero todo sigue oscuro.
es que no me acuerdo.
mierda. como eran esas cosas? a si, vea le cuento.
un mazda 323 pita con su pito maricon en la esquina de la septima con cincuenta y cuatro. gris. y mierda de perro.
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sol.
uno.
una calle dos calles tres calles. para que cuentas entonces. no queda nada. ni una gota de lluvia ni las babitas que no pudieron derretirse, ahi congeladas. ah, pero tu piensa que piensa. piensa que piensa. como si ahi se detuviera la violencia. pero no ves que el mundo es tan pero tan pero tan violento que, es tan pero tan violento que.
no me estas escuchando. puta. estas ahi?
no me estas oyendo. espere le cuento que es lo que pasa. aqui estamos usted y yo. y quien sabe quien mas porque esto es como uno de esos espacios que hay en en teatro o en uno de esos momentos vacios que se esconden en las partes oscuras de una sala de cine. como cuando la pelicula se detiene por un instante y todo negro, el mundo negro, la mente negra. la palomita de maiz negra detenida en un instante negro sin tiempo y sin espacio antes de la accion antes de la reaccion todo negro. entiende? hablo negro porque no hay mejor palabra. uno de esos instantes. negro. que es una palabra muy bonita. bueno asi es este espacio. si las letras y donde quiera que esten porque de eso no podemos estar seguros y usted y yo y la cosa a su lado. estamos en un instante negro. eso es lo que queremos. entonces ya voy pintando el panorama y ya voy pintando los personajes y usted esta ahi. ahi. bien. y la violencia ya esta hecha y ya todos nos sentimos culpables y yo ya me he sentido culpable. y tambien euforico. nos hemos sentido euforicos. y nostalgicos. ya hemos navegado por los mares oscuros y tormentosos y friamente calidos y calculados de la nostalgia. el espacio esta ahi. y el tiempo y todo lo contrario tambien. estamos haciendo eso por el bien de
pero no me estas escuchando? si. bien. y el amor. tambien. el amor esta. llamamos lista:
-amor!
-presente.
-dolor!
-presente.
-risas!
-presente.
-misterio y la mierda de la vida y la puta madre que la pario.
-presentes!
etcetera etcetera. hay dias en que no hay que gastarse enumerando todas esas cosas cuando ya las tenemos entre manos. le vengo describiendo la cosa. y aqui me doy un instante calculado para darle una chupada al cigarrillo, pensar en el humo haciendo trazos en el aire y como que le pregunto al oraculo... ah. que respuesta. le doy otra chupada al cigarrillo pongo las manos en el suelo.
pero donde estoy? ah si la calle. es la superficie que huele a cielo podrido a estampita de la virgen a pedo de carro a tiempo son los años que pasan y las grietas de las manos. que pican. huele a mar viejo. a huevo redondo. el culo, cogiendo la textura plana del anden y los carros que pasan a lo lejos. a veces cerca. con su voz de viento mecanico. es ahi donde estoy. pero todo sigue oscuro.
es que no me acuerdo.
mierda. como eran esas cosas? a si, vea le cuento.
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