jueves, diciembre 02, 2004

:)

martes, noviembre 30, 2004

inside.

me habia levantado algo tarde, era como haber llegado al dia justo cuando ya casi todo habia pasado. lenvarse tarde es como nacer; el aire ya esta contaminado y el sol ha escalado mas de un tercio en su recorrido por el cielo. pero venga huele como a mañana vacia y que dolor que dolor me estoy haciendo con cada bocanada de aire que respiro. los dias asi son como musica de cantina tocada a ritmo de grind core que es como la musica que cantarian los motores si pudieran tocar con imperfeccion de humanos, porque a veces el sentimiento es imperfeccion pero lo voy a dejar ahi porque no es un tema que me desvele. y la verdad no se muy bien que es lo que me desvela porque en definiciones estoy un poco crudo. aquello cambia todo el tiempo. H. me dijo el otro dia que yo tenia que conocer un poco el mundo y que entonces me iba a dar un trabajo. y yo me puse a conocer un poco el mundo y eso es algo en lo que a uno se le va la vida y bien, cuando H. dice unas cosas las dice con buena intencion no importan si son ciertas o no. el sabe que decir y en que momento para que te muevas pero cuando te mueves el deja que llegues hasta donde la fuerza del movimiento te lleve, y el sabe que eso es mas fuerte que cualquier cosa que haya dicho. entonces uno nunca puede estar decepcionado de H. en verdad porque a el la fuerza del movimiento tambien lo lleva de aqui para alla y eso es como ver una danza que esta guiada por la respiracion porque pone el cuerpo en riesgo el aire en riesgo y el movimiento en la linea de lo vital. porque a mi me gustan las cosas que toman el riesgo de ponerse en la linea de fuego, de caminar en la cuerda de templarse con el riesgo propio. las apuestas altas que te dejan como pasteurizado como irradiado de eletrones enloquecidos.

el instituto es todo lo contrario es masa administrativa para minimizar el riesgo. es camino probado y controlado y una forma de responsabilidad diseminada a mi no me sorprende que el instituto a veces explote en pedazos y luego sea reconstruido rapida, eficientemente. nadie ha visto porque el instituto huele a miedo y a casa desinfectada y a deseo en la linea de ensamblaje. de un modo hay que combatirlo ignorandolo. hay que combatirlo tambien activamente. aunque el institito es apenas una faccion de la mano que tira la piedra, una de sus expresiones mas visibles y organizadas.
hay dias en que me levanto pensando en esas cosas y me gustaria ver un dibujo de A. para tranquilizarme. porque no se puede vivir asi con la respiracion entrecortada y bien, A. tienen algo que te manda un shock por el sistema sensorial como si todo se detuviera por un instante entonces ries o respiras profundo o caminas distinto o hueles a tu alrededor es como un trago de jugo de limon bien perfumado con intensidad botas purpura brillante y cancion que suena en el momento justo.

me levanto y tomo un desayuno frugal y me encuentro en esta casa vacia y llena de cosas al mismo tiempo y como que la casa me refleja un poco porque el mundo refleja por igual y voy y me miro en las esquinas pero no mirando mi reflejo literal sino ese reflejo de esquina hipercubica y me veo chico mirando un televisor en las tardes vacias y luego me veo menos chico mirando una pantalla en las tardes vacias y luego me veo mirando una hojas en las tardes vacias y un balcon en las tardes vacias y me veo mirando una ausencia en las tardes vacias y la esquina me dice con su voz de eco oye f. porque no vas a mirarte a la ventana entonces yo camino hacia la ventana que mira a la calle y bien a lo lejos los carros y la gente caminando no tanta gente mas bien los arboles moviendose un poco y la ventana me dice que ahi estoy tambien y que no he aprendido nada la ventana me habla con su crujido de marco tieso y sus vidrios enpolvados. y me detengo a pensar en el sofa de la sala y si miro alrededor esta no es mi casa porque alguien cambio los muebles y las paredes no tienen la pintura de siempre y hay unos juguetes tirados en el umbral de la cocina y me doy cuenta de que me equivoque de casa y he entrado a una a la que no pertenezco y sus memorias resuenan como trazos electricos por la piel de colores esta casa esta llena y esta vacia y me habla con voz de crujidos lentos y paciencia de objetos. y lamparas traidas de lugares en los que no he estado iluminando esos espacios en los que no he dormido en las tardes cuando el sol cae ni he tomado chocolate ni he escondido notas ni goma de mascar debajo de las mesas. entonces me digo, tienes que salir de esta casa cuanto antes. tomo el corredor que va a la puerta principal y la casa se cierra como un caracol y el corredor da una curva perfecta con el guardaescobas bien alineado y me saca a otra habitacion grande y entapetada con muebles tapizados en rosa y un par de candelabros viejos que no combinan y la mesita de centro esta llena de retratos que se ven familiares pero que no reconozco, las caras grotescas y verdaderas como esas que uno ve cuando monta en el bus de la ciudad de los angeles. los retratos me miran desde su vacio congelado desde su familiaridad desesperada en rosa claro estamos tan solos y solo tenemos estas memorias colgadas en la mesa las exhibimos con nuestras ojeras y pupilas opacas de tanto trabajar y sufrir y dolor y familia y muerte y hastio. me siento a mirarlos en el sofa endurecido y tomo uno por uno los retratos mirando solo los ojos y se me ocurre que eso he de hacer entonces tomo el corredor que da a la cocina y busco unas tijeras en el cajon y las encuentro y vuelvo a la sala a recortar a todos estos desconocidos familiares. recorto los ojos en rectangulitos y los pongo en donde estaban antes con el fondo color carton de los marcos y escondo el resto de la foto bajo el tapete y al final tengo ojos y ojos y ojos que me miran mas vacios tristes y desesperados desde esos rectangulitos que parecen planos de sus habitaciones que parecen sus propios cuerpos rigidos y angulados de vivir y pulirse a diario con el asfalto de la calle y el plano de los escritorios. camino a hasta la ventana y afuera los cables de la luz con sus curvas delicadas y sus masas de cables en los postes como dibujos en tinta china contra el cielo de colores degradados. son masas pero son livianas pero son notas musicales son los trazos de la comunicacion y de la iluminacion y de la proteccion y como se balancean con ese ritmo delicado con ese heroismo fluido y no son arboles pero casi tan fuertes y algunos fueron arboles ahora reencarnados. si sigo las lineas con los ojos son hipnoticos son sagrados y estan afuera. luego me digo, voy a salir a abrazarlos, esas puas bien pensadas de la calle, y tomo la salida que da a la puerta principal y la puerta no se abre y le doy golpes y nadie escucha porque es una de esas tardes. y me doy al estar encerrado. y la casa me guarda para si entonces tomo las escaleras al segundo piso y me siento en la estancia en la mitad sobre el suelo frio y alli donde los planos se rompen a la vista siento que la casa me abraza con un cariño de madre y con una resistencia de madre que me conmueve y me aterra al mismo tiempo y me repugna un poco mas. y voy al segundo piso donde estan los muebles de cuero blanco con patas de madera de palma y ellos me sostienen con su fidelidad cruda por un rato.
en donde estoy? esta no es mi casa y ahora me adopta a puertas cerradas. los objetos me miran ominosos complices del edificio. conspiran con sus posturas quietas pero casi puedo oir los susurros y la manera en que se miran de reojo como disimulando para que no los note pero perfectamente conscientes de su charla. no estoy asustado no estoy asustado no estoy asustado. los cuadros se han caido de las paredes y pienso esto no es algo como lo que sucederia en mi casa original. los cuadros estan reclinados como descansando placidamente sobre el plano y de una manera esta es una casa de cuadros felices. muebles bien acomodados. puertas satisfechas. bien, pienso, si no puedo salir voy a dar un paseo. llego al balconcito del segundo piso y la puerta se abre facilmente, una puerta metalica con aldabas de hierro que hace un ruido tembloroso cuando la abres sus vidrios vibrando contra el marco metalico pegado con masilla negra. el balcon da a un arbol de almendras que llora sus ojas marchitas constantemente, hojas verdes translucidas parece una lampara verde amarillenta. contemplo la posibilidad de saltar afuera por el balcon o tal vez escalar por el arbol pero las ramas mas cercanas son demasiado delgadas y la caida a un anden en mal estado entonces me apoyo en la baranda como quien descansa como quien solo mira a la calle con ojos inocentes en una de esas tardes y el sol cae cae despacio las sombras se hacen mas largas y yo soy una sombra que se estira en el piso del balcon entrando diagonal a la habitacion con libros en unos estantes de madera porque esta no es una habitacion tan sola como parece. soy sombra languida sombra sin color solo sombra y estoy alli tan tranquilo, nadie pasa por la calle quebradiza y yo me pongo a recordar esos dias que pase fuera de la ciudad comiendo mandarinas todos los dias todas las tardes todas las horas iba a coger mandarinas de unos arboles bajitos y amables que me sonreian voluptuosos y yo les decia gracias arboles y salia con mi tesoro de mandarinas color mandarina en las manos y ellas me despertaban con su sabor acido y terrestre no como las mandarinas dulces complacientes que vendian en el supermercado sino mandarinas de la tierra con fuerza citrica con temblor de mandarina y puas en las ramas. colgando del balcon de la casa como mandarina acida imagine que la casa me estaba dejando ir a estas alturas entonces entre a la habitacion y mire los libros con el afan de quien mira libros porque busca algo sin saberlo entregado a la desesperanza porque si esta alli en esos libros a lo mejor lo va a pasar por alto y si esta alli entonces va a estar alli por siempre pero buscas como busca un ciego nuevo en una habitacion sin paredes. pase por todos los titulos y por los lomos con mil tamaños distintos y colores diluidos por el polvo y no tome ningun libro porque estaban alli tan compactos, tan fundidos con la casa que no queria profanarlos con sus paginas todas juntas y tupidas de letras pero los toque, pase los dedos por las hileras de lomos y por el relieve de hojas disparejas y los libros se sentian como una reja encarcelando tantas cosas entoces sali de la prision hacia la cocina era una cocina fria y entristecida asi que segui hasta el sotano que estaba lleno de cosas como una panza satisfecha y tenia los baldosines humedos y tibios como si algo estuviera empollando la casa asentada en ese espacio. y tome las escaleras hacia arriba otra vez llegando al corredor central que esta vez se veia telescopico proyectandose hacia afuera y la puerta de la entrada con su curva en la parte superior se veia liviana, blanda, casi penetrable. entonces camine despacio pensando, si lo hago con suficiente paciencia, si camino como en una carrera inversa donde el que llegue de ultimo es el ganador, asi, asi sin querer salir desesperadamente a lo mejor engaño a esta casa posesiva a esta casa encapsulada. entonces empece a dar unos pasos lentos, pasos musicales y me movia como una marea consciente de su ritmo y lenta lenta como persiguiendo los movimientos de un cuerpo celeste y los brazos se movian despacio tambien y la mirada se hizo fiera y fue encantador porque senti las corrientes de viento que recorrian la casa con el placer de duendes traviesos moviendo papeles sutilmente uno alli y otro aca. como en una tarde vacia y solo por su propio gusto porque estas corrientes parecian pensar en la delicadeza de mover los papeles olvidados en un escritorio justo a esa hora de la tarde en que el sol se retiraba como un tentaculo asustado. eran corrientes sensibles. y senti la luz rebotando en las paredes y el polvo empecinado y la rivalidad entre las columnas y las vigas y la manera en que los pasos de los habitantes iban dejando un surco por donde mas transitaban y ese reflejo blanco, ese reflejo encantador en las baldosas semibrillantes que parecia un reflejo lejano como un lago fantasmal en la mismisima superficie de la casa.

justo en el umbral de la puerta todas las tensiones se encuentran y la sensibilidad se hace imposible. en el umbral encuentro una electricidad extraña como de mar picado como de lomo nervioso y me detengo los pies en carne viva me detengo como se detiene una lagrima a media mejilla y escucho solo el ruido de la casa que es un canto de ballena distante un zumbido electrodomestico y siento una casa que se comunica a traves de los siglos y a traves de las lineas telefonicas y los pasos de sus antiguos habitantes y los sueños de los que han dormido bajo su techo. y es la casa tambien en su capricho de casa que muere cada vez que alguien la deja y es la casa tambien en su tristeza de casa la que llora cada vez que ella obliga que alguien se mueva o se detenga porque la casa lamenta tambien su propia tirania de muros y columnas y puertas y techos y ventanas.


radioNada

habia un globo plateado en el cielo. solo unas cuantas estrellas. era luna llena y la city estaba brillando con su textura de transistor H. y yo caminabamos por la calle. si afuera. no era tan raro que nos encontraramos afuera oliendo el aire de la noche. una de las cosas que mas me gustaba hacer con H. era contar gatos. hoy la cuenta estaba en 18. gatos en los parqueaderos gatos en las puertas gatos en las ventanas gatos en los techos gatos suavizando el aspero-calle con el suave pelaje patas acolchonadas pasitos cuidadosos uñas retractiles ahora me ves ahora no me ves. si hay algo que les gusta a los gatos, decia H., es hacerse ver en buenos encuadres. los gatos tienen un refinadisimo sentido de la composicion y toman en cuenta cada elemento grafico que los rodea para dejarse ver. salir a contar gatos con H. era una clase de teatro-danza-coreografia-curaduria felina. y claro no era como si solo salieramos a contar gatos, estabamos afuera y ya y habia caminatas que empezaban de una manera y seguian de otra y un recuerdo llevaba al otro un una calle desembocaba en otra y bien, a veces caminar es caminar es caminar y la city es un laberinto sin entradas ni salidas. aunque H. sostenia que habia gatos dedicados a marcar las entradas y las salidas del laberinto de la city, o por lo menos a pasarsela a su alrededor cuando podian porque no todos los gatos estan tan desocupados como uno pensaria. -otro gato adornando la ventana de una casa de dos pisos y techo triangular con una luz suave de fondo y las cortinas cayendo a los lados enmarcando al gato en un triangulito menor.- H. decia que esa noche tenia el sonido de las noches de domingo cuando era niño que es un sonido tranquilo un zumbido que se confunde con el viento como diciendo aqui nada pasa todo esta por suceder uno de esos sonidos vacios que parecen cargar los fantasmas de la actividad de los dias el sonido de las grietas de los muros mezclado con el viento del mar chocando contra los edificios pasando por las puertas entreabiertas y haciendo que las ventanas hechas de varias piezas de vidrio horizontales como rejillas moviles aullen como lobos tristes en canales de television muertos. por supuesto cuando la noche es asi y el viento hace esas cosas uno tiene algo de frio aunque sea una noche de verano porque asi es el modo en que sucede, es el frio que sabe situarse a veces como los gatos. manos en los bolsillos H. y yo bajando por la avenida del siete en un silencio contemplativo ojos abiertos. -otro gato voltea la cabeza y nos mira desde la parte de abajo de unas escalinatas, solo medio cuerpo visible saliendo de las enredaderas ojos amarillo brillantes pupilas negras enormes gato negro con pecho y patitas blancas. H. y yo tomamos las escalinatas y el gato pasa por le pequeña apertura y desaparece como el texto detras de la guia en una maquina de escribir.- le digo a H. que si no se siente como para dar un toque en las escalinatas y me dice que hoy no se siente como para dar un toque en las escalinatas que esta muy concentrado con la noche y que seria un poco exagerado ya intentarlo. entonces me dice que se acaba de acordar de A. una vez que estuvo orinando en estas mismas escalinatas de cemento y que ella misma habia tallado un poco la ruta que queria que siguiera el charquito y H. me mostro que aqui y alla las escaleras tenian unas muesquitas muy sutiles para trazarla. el dia que A. estuvo orinando aqui teniamos que tomar una foto para la postal de una galeria, decia H., y A. se tomo muchos litros de agua para orinar lo suficiente. primero ensayamos con solo agua para que la ruta quedara bien dibujada en unos tres o cuatro pasos de las escaleras, para que hubiera una linea alli otra alli y otra alli H. señalaba con el dedo y la foto estaba tomada desde abajo y asi otra escalera quedaba dibujada en la escalera con el liquido. luego esperamos a que se secara el agua y luego A. orino y fue lindo verlo suceder era como si la orina estuviera quemando un plano quebrado sobre el plano quebrado de las escalinatas. pero luego A. vio todas las fotos en blanco y negro y dijo que eran demasiado bonitas y terminaron archivadas por bonitas decia A. que no queria algo tan limpio y que las sombras estaban demasiado perfectas y que parecia una de esas fotos que alguien pondria en un libro de arte que cosa tan aspera dijo A. y H. dijo que hasta cierto le parecia pero que se quedo con la imagen en la cabeza que se repetia como una animacion una y otra vez cada que pasaba por alli o cuando se acordaba y la lluvia bajaba por las escaleras y el pensaba que nunca lo hacia tan perfecta porque el animo de la lluvia era otro aunque A. dijera que eran los angeles orinando desde el cielo consagrandonos a todos con la orina bendita. puro gesto de macho, decia A., porque para ella dios y los angeles y el cielo eran una manada de machos perdidos pateticos.

las escalinatas nos dejaron en una calle totalmente irregular en donde los arboles estaban dedicados a levantar el suelo con las raices. era una calle ondulada y quebradiza como una galleta de sal gris cemento azul asfalto cafe tierra seca. era una calle en donde las grietas eran como raices en negativo. al fondo, la city con su sembrado de luces. H. dijo que tenia curiosidad de ver otras escalinatas y seguimos caminando atravezando calles y subiendo por la loma, atravesamos la calle del descanso en donde las casas estan hechas en todas direcciones porque aqui entre las montañas las calles no siguen niguna rejilla conocida sino que serpentean por ahi como si estuvieran esquivando todo a su paso o como si fueran rios caprichosos y rotos, rompidos como decia cuando era chico. alli vimos a un gato acostado en un muro que habia sido pintado varias veces para borrar grafittis y parecia un cuadro de rothko incidentalizado en gris pintura no me pintes mas pintame encima pintame mas como un borrador capa de pintura tras capa de pintura y el gato alli diciendo aqui pongo la curva de mi lomo y las puntas de mis orejas grises para que contrasten con los rectangulos de los ladrillos y los parches estos. es el gato numero 21 dijo H. que gato tan cool con su pose de esfinge y cuando dijimos eso el gato salto detras del muro como un gato paracaidista y lo ultimo que vimos fue la cola estirada para ganar balance señalando hacia la luna.

de las lomas de la calle del descanso empezamos a bajar hacia la calle del atardecer que por alli tiene un aire curvilineo y montañoso y la gente camina por los andenes con zapatos de punta blanca redonda y camisetas y pelos de colores y se puede comer por ahi. antes de llegar vimos a un gato gris parado al lado de un hidrante amarillo y H. dijo que cosa tan rara un gato parado al lado de un hidrante y cuando lo miramos el gato se quedo mirando tambien con sus ojos amarillos como antenas parabolicas y luego salio corriendo unos metros hacia un callejon y se quedo mirandonos otra vez entonces H. dijo que nos estaba invitando y caminamos detras del gato gris que se daba trotes cada vez mas largos y del callejon paso a otras escalinatas y de las escalinatas a una calle pequeña llena de arboles y de la calle pequeña llena de arboles entro a un callejon sin pavimentar con el suelo de piedrillas y tierra con un par de surcos hechos por las llantas de los carros y una franja de pasto en la mitad y luego llego a una calle de esas que parecen pintadas en un programa de computador. y lo seguiamos H. y yo cada vez mas curiosos y un poco perdidos y el gato gris iba cada vez mas rapido pero nos esperaba haciendo contacto visual y cuando nos veia se pegaba otro trote ritmico a veces como una flecha a veces como un titere que era uno de esos gatos versatiles. y cuando menos pensamos estabamos a la entrada de una casa con la fachada llena de rectangulos, una fachada simple pero estilizada y H. me dijo que esa parecia la casa de un arquitecto y yo le dije que la verdad no sabia mucho de los arquitectos y H. me dijo que el tampoco pero que esta casa le parecia la de un arquitecto porque tenia un algo como de pincelada hecha por mano demasiado entrenenada y porque habia una rigidez de pixel que le intrigaba un poco. como una pantalla perfumada haciendo un zumbido retro, dijo H. y el gato entro por una abertura lateral que parecia el jardin y yo que le digo H. porque no entramos y el dice pues asi sea y nos paramos delante de la puerta, respiramos, nos miramos el uno al otro y dimos un par de golpes timidos. esperamos y se oyeron pasos adentro y esperamos un poco mas y habia un suspenso de noche de domingo y zumbido de poste de luz que nos recorria el cuerpo como un hormigueo distante. y esperamos y esperamos y yo le dije H. mejor vamonos y el me dijo que ya habiamos llegado hasta aca y que habia que continuar y yo le dije vale entonces H. volvio a tocar la puerta con un poco mas de firmeza toc toc toc pero sin ser muy agresivo H. era de lo mas cuidadoso con sus maneras de tocar la puerta aunque lo hiciera parecer de lo mas casual. y entonces alguien abrio la puerta no muy despacio pero tampoco muy rapido con ese ritmo que tiene la gente que abre la puerta como esperando una sorpresa y que sorpresa nos dimos entonces.

ahi estaba un poco el mismo un poco distinto cecil! grite y el dijo pero que sorpresa! y H. miraba de un lado para otro, que cosa tan rara dijo y ese gato de donde salio y cecil dijo que andaba por ahi y que el le daba comida de vez en cuando, pero que has hecho todo este tiempo y cecil dijo que silencio con su antigua mirada pero mas sabia y nos hizo pasar. y nos dio un abrazo. viejo H. dijo cecil no pense que te iba a volver a ver y H. dijo no me has vuelto a ver ni yo te he visto todo esto no tiene que ver con el pasado y cecil dijo vale asi es y entonces se sento en un cubo de madera que habia puesto a la entrada de la cocina y nos dijo que habia encontrado esta casa vacia y nos hizo sentar en unos cubos mas pequeños que seguian por la pared.

el espacio no parecia espacio. cecil nos conto que la casa no era suya, que no sabia muy bien de quien era pero llevaba abandonada mucho tiempo y el la habia ocupado asi sin mas. hay muchas asi en todas partes, como si la ciudad se permitiera unos bolsillos vacios, dijo cecil. entonces habia decidido empezar a modificarla con cosas que habia encontrado por ahi. primero empece con el techo, pegando sillas y mesas y cajas como para hacerlo un reflejo opuesto pero rapidamente descubri que era como un efecto vacio entonces segui llenandolo y se convirtio en reflejo de una ciudad y luego en geografia y en textura y H. y yo miramos al techo y era como si se hubiera empezado a derretir en mil formas pegadas unas de las otras. era parte basurero parte tienda de segundas y parte collage de primer vistazo pero luego uno descubria que cecil lo habia hecho con muchisimo cuidado. habia una silla toda cubierta de ojos de muñecos, me tomo meses recolectar todos los ojos dijo cecil. habia una mesita individual colgando de una pata totalmente forrada en etiquetas de productos para la cocina. dijo que esta casa habia crecido como su version de la Merzbow aqui en ciudad liquida. que maravilloso dijo H. que maravilloso dije yo y cecil sonrio como nunca lo habia visto sonreir entonces nos invito a la cocina porque, dijo cecil, la cocina es como el corazon de las casas y quiero que estemos ahi y la cocina era funcional pero estaba llena de cosas que parecian corazones. y no corazones como los que dibujan en los arboles sino corazones con forma de corazon anatomico y con forma de puño y tallados en madera y corazones de plastico en algun lugar alcance a ver un frasco de vidrio verde lleno de corazones de gallina, parecian corazones mentolados, corazones recortados de cartillas educativas, corazones secos, corazones de plomo. cecil puso una tetera en una hornilla de gas que habia improvisado y nos pregunto si queriamos un poco de te por supuesto dijimos y cecil dijo que tenia un te sorpresa que el mismo habia mezclado con menta fresca que habia conseguido en un jardin cercano y lo preparo con otras especias en una tetera chiquita pero pesada y lo sirvio en vasitos pequeños para te y cada vez que H. o yo terminabamos de tomar de nuestro vasito cecil lo volvia a llenar con te de menta delicioso y el vapor salia por el pico de la tetera y se mezclaba rapidamente con la cocina llena de corazones, corazones rotos, corazones enteros, corazones pintados, corazones de azucar. cecil nos conto que eventualmente iba a tener que abandonar la casa porque el iba creando espacios en la misma medida en que los destruia o los cubria por completo con otros espacios y nos mostro el cuartito de la despensa y estaba tan lleno de cosas pegadas entre si con tornillos cables y pegamento, imanes, cuerdas y equilibrios que solo habia espacio en el centro como para observarlo y cecil dijo que ese era como un modelo de lo que le estaba pasando al resto de la casa. arqueologia invertida dijo cecil, la casa esta creciendo de adentro para adentro. H. y yo nos miramos maravillados y los dos pensamos que esto le encantaria a A. y le dijimos cecil has pensado en exhibirlo y cecil puso su mirada de gato intrigado y dijo exhibirlo como. y nosotros le dijimos pues como arte, ya sabes, Arte. y cecil dijo que no sabia porque ya a estas alturas habia estratificado una buena cantidad de memorias en la casa como para que fuera demasiado extraño exhibirlas, ademas, dijo. no es mi casa, yo solo me la encontre como quien se encuentra una caja de carton tirada por ahi. y yo le dijimos que no habia problema con eso que si habia algo con el arte arte eran las cosas encontradas por ahi. hasta las obras mas viejas han sido cosas encontradas por ahi dijo H. y yo asenti pensando que cosa tan rara pensar que, por ejemplo, los frescos de las iglesias habian sido encontrados por ahi como si dios hubiera sido encontrado por ahi o algo asi y pense que no sabia cual era el arte mas viejo de todas maneras y H. dijo que no me preocupara por esas cosas que el mas viejo y el mas nuevo siempre se nos van a escapar, por fortuna dijo H. sorbiendo su te de menta.

cecil nos invito a dar un recorrido por la casa y salio por la puerta de la cocina a la sala que no tenia ningun tema en particular a estas alturas. muebles de madera recortados y pegados uno sobre otro hacian un arco que iba de una esquina a otra. esa era la forma mas notable. habia una coleccion de televisores con muñecos de plastico que crecian de la pantalla, ocupaban toda una pared de la sala aunque en el suelo ya habian empezado a crecer otros objetos.

una de las habitacines habia sido completamente sellada con cajas de cintas de videocassete y de discos compactos y de cosas por el estilo y se podia ver a travez de un visor. el cuarto al otro lado estaba vacio. era como mirar al interior de la mente. cecil dijo que este cuarto le gustaba en particular, las arañas ya se lo han tomado, ahora todas las esquinas estan rodeadas de telarañas como si ellas hubieran decidido tejer la redondez alrededor de las aristas. H. dijo que cosa tan seria las arañas y yo dije que cosa tan seria las arañas y cecil asintio con su sonrisa renovada entonces seguimos caminando por la casa que parecia cada vez mas llena de sorpresas como algo que habia sido destruido y reconstruido otra vez. que piensas hacer con el exterior dijo H. y cecil dijo que no queria llamar mucho la atencion asi que lo pensaba dejar asi. era una casa desdoblada. la habitacion que mas me gusto habia sido tupida con objetos y luego todo habia sido pintado de negro, me encontre la pintura en la calle, dijo cecil. la calle es como una despensa de sorpresas es como el mar que te da tanto si lo respetas y tambien te puede matar que raro que tengamos el mar tan cerca y hayamos puesto los ojos en la city, como si la city compitiera un poco con esa vastedad haciendose vasta, enorme inaprenhensible en pliegues.
era raro que la casa que cecil habia encontrado no tenia un olor definido. no olia a viejo casa ni a rancio casa ni a casa habitada. era mas bien como un olor frio un poco como el olor del te de menta mezclado con la brisa del mar con pasto seco con ventanas blancas abiertas a la madrugada cool. cecil dijo que esta Merzbau suya era un intento por aprender a plegar a la manera en que la ciudad estaba plegada. plegar en su forma pura. y H. dijo que en la ciudad aquello pasaba asi como pasaba el viento y como pasaban los dias que era una cosa que nadie obligaba y nadie aprendia que estaba tejida en la tela del mundo y cecil dijo que si uno escuchaba y observaba con atencion algo se podia aprender.

esta casa de cecil estaba totalmente patas arriba. o mejor, habia crecido patas por todas partes. uno podria habitarla de mil maneras aunque parecia una casa inhabitable. era en verdad como el reflejo de una ciudad, era como una maqueta multidimensional, al mismo tiempo de la ciudad y al mismo tiempo de cecil y de su vida y su mente y sus preocupaciones. la casa te hacia pensar asi si la ciudad no era tambien el reflejo de la mente de otra entidad mas grande y suds habitantes las partes funcionales del proceso de pensamiento de esa entidad. como una tabla de circuitos o una red de neuronas o alguna de esas viejas comparaciones.

en la habitacion mas grande cecil habia dispuesto todos los objetos para que apuntaran al centro, parecia el interior de un huevo espinado o una de esas burbujas de cristales. la casa era un pequeño arrecife de coral que habia crecido puertas adentro.

H. dijo que la luna ya se estaba ocultando y saco su radio forrado en cuero de un bolsillo. cecil lo miro sorprendido y H. le pregunto cual era el mejor lugar para tocar una cancion. cecil nos condujo al atico en donde habia una escalera para subir al techo. el techo era plano y desde alli se podia ver la loma en donde estaba la casa y el sembrado electrico de la ciudad al amanecer con su aliento de madrugada pintada de plata. entonces H. prendio su radio y lo dejo sintonizado en un solo lugar en donde no habia emisora sino el ruido blanco de una frecuencia inutilizada y lo dejo sobre el piso apuntando hacia la ciudad. H. dijo que esta era una balada y que esta casa era el mejor lugar para dedicarla a la city. entonces se sento con nosotros y dejo por su cuenta al rectangulo del radio sobre la linea del techo cantando su balada plana a las calles. luna gris. seis ojos me duele el silencio nada pasa en este radio en donde Todo se oye.


sábado, noviembre 27, 2004

vertigo de ser ventana

y en que tipo de casa vive usted?
es una de esas casas que han visto generaciones. o al menos un par de nacimientos y alguna muerte. eso le da una dureza a los lugares que no se puede describir facilmente. es un tipo de autoridad en el color de los baldosines del baño. los colores se vuelven mas adeptos a reflejar un color hueso solemne. el sonido de los pasos tiene un tono de media noche y hasta los pensamientos rebotan con la gravedad de pensamientos fatales pensados a diario. pensamientos pesados, gruesos, asi como las vidas de las personas entristecidas. vivir en una casa que ha visto niños y animales y viejos y perdidas y felicidad y tiempo. y ahora pensarse como habitante de un lugar asi. cuan ajenos parecen los demas lugares. aun en el caso de que fueran familiares. a mi me parece impensable que una tia lejana haya exhalado por ultima vez en la cama de madera que descansa en el sotano. palos viejos agarrando polvo. contra la dureza de estos pisos se han encontrado las cabezas de muchos niños. es una sensacion sorda, un sonido grueso y luego agudo como una campana.
o vive usted en un lugar recien construido? digamos, con no mas de una decada. suelos entapetados. paredes recien pintadas. el acrilico de los baños todavia en buen estado. en poco tiempo ha dejado de pensarlo. la sensacion artificial del habitaculo desaparece tan pronto como uno se ha instalado a pensar en sus propios problemas. en estos casos la vivienda es una incomodidad que uno ha resuelto con la solucion mas limpia sin dejarse llevar por el lujo. que ha pasado entre esas paredes de lamina prensada. paredes huecas. solo alcanzo a imaginar tragedias familiares con la falta absoluta de glamour de una camisa bien metida en los pantalones.
de un tiempo para aca el vacio de los lugares tiene ese halo de tragedia tan dificil de soportar. es como un estado mental. la respiracion entrecortada.

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existo en un estado climatico de transito entre vacios. la temperatura de una casa cambiada por otra cambiada por otra. creo que podria saltar montañas si no estuviera confinado a estas paredes. pero para mi sorpresa hay un vinculo invisible que me pone en esta condicion. como si siempre estuviera esperando algo del exterior. o como si siempre estuviera anhelando el lugar para mi solo. si hay algo que alcanzo a disfrutar son esos lugares que puedo habitar privadamente. pero a veces la privacidad tambien depende de la conpañia que tenga conmigo. pero, sin desviarme de lo que venia pensando. en que tipo de lugar vive usted? se lo ha preguntado. cree que tiene una idea muy clara de lo que significan los muros que le rodean y que rodean a los que lo acompañan. hay dolor alli. uno de esos dolores atados al deseo de sostener y de proteger y de ser protegido. como ese sueño extraño de poseer. es algo de lo que no se nada. parece algo alejado. por lo demas. en estos espacios no sucede algo que uno pueda llamar remarcable porque ya ni siquiera hacen parte de la mitica de una generacion acostumbrada a pasar de un espacio al otro en cuestion de minutos. o segundos como se lo quiera. el concepto reside en cambiar de un habitat a otro en poco tiempo y pocas transiciones. muy poco he pensado en la casa como terror y en la casa como meta. bien, se confunden esas dos definiciones. que pensar de las casas encantadas. la casa como encantamiento. eso tambien se confunde con todo lo demas.en algun punto he llegado a la ciudad en donde la meta es tener una casa propia y alli estoy encantado por el terror del credito. la casa como estampita religiosa que nos mueve encantados con la posesion. pero, de cualquier manera. quien no quisiera tener una casa? como no querer un techo y en el mejor de los casos como no desear que aquellos que estan bajo tu proteccion no tengan un techo. sospecho sinceramente de mi capacidad para responder esas preguntas. de mi capacidad para especular acerca de ellas. uso los signos de interrogacion de manera frugal. que se siente ser dueño de un lugar para vivir? y que de perder ese lugar para vivir.

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estoy siendo un borrador de mi mismo. la verdad no se que sucede cuando he llegado a encarnarlos. los pensamientos digo. o mejor. las intuiciones flotantes. lo voy a llamar asi, las intuiciones flotantes. estoy contento con ese nombre. ahora, que sucede si empiezo a captar las intuiciones flotantes (a la tercera vez no suena tambien), entonces tengo una especie de flujo. o asi termina pareciendo, mas por la virtud del medio que por la capacidad de la fuente. en verdad al captarlo un poco metodicamente un poco caprichosamente nada ha saltado de la realidad para congratularme. la mesa en la que estoy sigue siendo empecinadamente mesa y los pisos igual. estoy esperando algo de la oscuridad de la esquina que da a la calle. siempre he sospechado de aquella esquina. aun en las noches cuando me levanto para ir al baño y la casa esta toda silenciosa alcanzo a pensar entre sueños que algo va a saltar de esa esquina en particular. yo la miro con curiosidad, desconfianza y algo de susto. ahora mismo estoy esperando que algo salte de alli porque, digamos, estoy dedicado a capturar intuiciones flotantes. y de esa esquina espero lo que esperaba de el espacio debajo de la cama cuando era chico. estoy seguro de que alli habia siempre algo cuando no estabas mirando. aunque me pregunto hoy dia porque "algo" querria habitar un espacio como ese. tengo mis sospechas. una de las intuiciones flotantes capturada me dice que hay algo alli. si desde chico estoy atribuyendo cualidad de misterio a lugares especificos de la casa. digo, porque no a Toda la cosa. y porque no, por ejemplo, al espacio contiguo a la puerta de entrada. nunca he hallado nada particularmente tremulo acerca de ese lugar. en realidad, ahora que lo pienso, me parece de lo mas prosaico. aunque por supuesto siempre estaria dispuesto a repensarlo, agrandarlo, mistificarlo. si no es algo asi lo que estoy haciendo con la casa. pero hay cosas que uno no podria mistificar mucho mas aunque hiciera grandes esfuerzos. la casa, el arquetipo casa, siendo un par de ellas. la casa banco. la casa embrujada. la casa escenario. la casa personaje dramatico.

y me quiero dar por vencido. la casa me ha ganado en esta apuesta. si yo intentaba sostener su peso con palabras ellas han caido. columnas pobres de un peso enorme. peso real de las cosas. a lo mejor dependo del lugar. he cambiado tanto de lugares. la verdad no encuentro un lugar. en todos estoy un poco perdido un poco roto un poco como sin palabras para describirlo. ah, pero nada pasa. pasa el sueño eso le puedo decir. pasa la casa. estoy sordo y un tanto mudo. me he quedado sin pies para caminar por los pasillos. si quisiera decirme algo casi podria decir que soy un fantasma. pero ni eso. algo me falta para fantasma. estoy perdido. nada pasa en las letras y nada pasa en la cabeza. y oigame. leame. me estoy quejando y esa no es mi manera de hacer las cosas. yo habia pensado en dolores y en confesiones. y he aqui que en en este instante me confieso. esta es una de mis voces verdaderas y mas simples y tal vez mas claras. tengo la impresion que desde aqui hablo con este animo y con este tono y con esta manera odiosa de usar las palabras una y otra vez. ah, y por supuesto con esta manera de andarme repitiendo. si quiero ser un poco honesto conmigo mismo y con esto que escribo diria que nada pasa. pero en el sentido terrible ese de cuando nada pasa porque nada pasa. como cuando un lee algo y alguien pregunta y que tal estuvo eso y uno responde. nada, nada pasa. bien. asi. eso hago. que nada pase. aquello tiene que quedar en alguna parte. hay que escribir todas estas cosas terribles hay que sacarlas del sistema o algo asi. hay que ponerlas afuera y dejar que se añejen y luego volver a verlas. supongo. yo no se mucho de eso, apenas estoy aprendiendo. no lo tome de mi como si fueran palabras sabias. son mas bien palabras livianas. sin peso. como polvo. ah, claro, me he desviado de mis pensamientos otra vez. polvo. lo que hay en las casas es polvo. yo habia pensado en limpiar el polvo de esta casa. y no se de donde viene el polvo. viene de afuera o de adentro. que se hace cuando uno ordena y limpia el interior de una casa. algo tan natural. es que no me estoy danto tiempo. pero si le doy tanto tiempo a la limpieza es por un deseo secreto de terminar con alguna sorpresa. en el proceso de dejar que se acumulen todas esas cosas estoy, estamos, desensamblando la casa. digamos, deshacer el ensamblaje desde adentro. porque si hay un par de terminos opuestos que la casa implica son esos. afuera y adentro.
pero confieso que estoy un poco asustado. en donde estoy. a donde he llegado. cual es el camino que he recorrido y como he entrado a esos estados en donde todo es posible. y no tengo la tortura de la desesperanza absoluta. si no fuera por el compromiso me habria dado por vencido. estoy atras. bajo la casa nada pasa. y encima. el techo. el techo es uno de esos lugares encantadores a los que rara vez accedo. no desde hace mucho tiempo. el techo me recuerda las cascaras de huevo. los techos de tejas. caminar el techo me dio la nocion de un suelo fragil y al mismo tiempo protector. hay una luna que se ve desde el techo. hay una mirada que nace del techo. hay un dolor que cae del techo hay un sistema de correlaciones desesperadas que rebotan del techo hacia los demas lugares en una red que terminia por borrar el origen del impulso. quisiera escribir como lo hace una casa pero es aquella una escritura en otras dimensiones. siento a veces que me estan vetadas. siento a veces que desespero por acceder a esas dimensiones. de durabilidad. de constancia. de organizacion implicita de una serie de relaciones tan sutiles que casi crean la ilusion de libertad. aun dentro de su constreñimiento basico. en esa trama veo algo fascinante. y en la casa la estructura que lo lleva a cabo a diario con una presicion material. adios a los momentos en que habia pensado en tener otra salida. la casa me ha dejado seco de posibilidades. y sin embargo puedo ver que hay algo alli con el poder de la simplicidad cotidiana. no. no quiero pensar mas. mis pensamientos son un enredo de relaciones. como una habitacion en donde la puerta se convierte en ventana. o hay mas de una puerta que da al mismo lugar. la estructura de la casa se disuelve en meditaciones. quiero la casa que se construye siempre sin estar inconclusa jamas. casa nomada. es algo como eso posible. metafora casa dolor casa jeraquia casa espacio casa lugar casa. la casa delira y habla a travez de mis dedos. por eso no sabe muy bien a quien dirigirse. estoy afectado por disposiciones domesticas que van mas alla de mis posibilidades. no entiendo. estoy perdido en este lugar que tiene todas las etiquetas para hacerte olvidar que estas perdido. como un suicidio sin intencion. o como una baldosa fria en la mañana. no tengo casa. eso es directamente lo que quiero confesar. como es que estoy obseso con el tema y ni siquiera tengo casa. ni siquiera me doy la posibilidad de soñar con ello. ahi esta. lo he capturado. ahora solo queda exponerlo. pero como a los animales de caza hay que esperar a que la sangre haya escurrido. y eso mismo me propongo.

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esta vez bajo la lluvia. vuelvo a empezar. tambien he pensado extensivamente en el frio de los lugares. porque una casa cubre de la interperie. o esa es por lo menos su intencion basica, que yo sepa, aunque como de costumbre puedo estar totalmente errado en esas cosas. yo ya no se muy bien que puedo esperar de mi capacidad para deducir ciertas premisas basicas. bien, la casa nos cubre de las cosas exteriores. pero me ha sucedido que vivo en lugares que hacen demasiado bien su trabajo y terminan cubriendome en exceso, entonces, ha llegado el frio en ocasiones. un frio que no se parece al frio exterior, no, es un frio de lugar. es un vacio mental y espiritual y fisico como diria alguien comprometido. es el frio del vacio que no se llena. y es un frio incomodo. los pies se sienten un poco humedos aunque esten perfectamente secos. y cuando uno salta a la cama las cobijas parecen mojadas. son en realidad las cobijas mas frias jamas. y esta el suelo desolado como un desierto. y bien, esta el frio de la espera. creo que soy caprichoso al atribuir ese frio a la casa. de seguro se debe a una constelacion de efectos por fuera de ella. como a mi afan por llegar al lugar o esa espera intranquila en la que me planto a veces. pero estas cosas son dificiles de aceptar. el brillo del suelo refleja mi propia impaciencia. pero, cuando estoy solo alli adentro. solo por completo, tambien estoy a gusto, un poco frio pero a gusto. entonces recuerdo que estoy esperando y el frio vuelve en una oleada que se toma mi cuerpo. hago lo poco que me queda para combatirlo, medias mas gruesas, chaqueta, un te. espero a que el agua hierva. pero no hay manera de llenar el frio-vacio de ciertos lugares. el frio vacio de la casa. y bien, pienso, que hacen los objetos. al mirar los objetos a mi alrededor en esta nueva casa veo que son raros y pesados. pero que seria del lugar sin todos esos objetos. y es curioso que me haya acostumbrado a leerlos como cosas que se pueden esperar de cualquier lugar. es decir, he aprendido a asumir los objetos antes que leerlos. asumo que aquello es una cosa o la otra y que esto sirve para tal y para cual. y el paisaje de la casa queda normalizado. asumido. concebido de una sola mirada. y bien, hay momentos en que encuentro eso profundamente aterrador. es el frio vacio de los objetos asumidos. que es una mesa o que es una silla. todo esto es tan normal. que hacemos con el espacio. otra vez me estoy desviando a lugares que no me he propuesto visitar. a lo mejor hasta a lugares en donde no soy del todo bienvenido. pero, que misterio. porque no usarlos de otras maneras. hay una testarudez de las cosas y los usos para los que fueron hechas. me encuentro teniendo discusiones acerca del destino con cada pieza del lugar. en donde iba. en donde estoy. y el lugar en general es una pieza del lugar pensando en constituirse a cada momento. como llego a ser lugar es algo que no esta del todo claro, pero hay una frialdad basica en su modo que tambien me aterra un poco. y el lugar combate por sucumbir a su propio destino. por llenar su aspiracion. y en su exceso protectivo se convierte en su opuesto. ya no proteje sino que hace daño, deja entrar el frio y es opresivo, tanto mas que las fuerzas exteriores. es la tirania de la utilidad. la casa es la gran tirana. hace ofrecimientos que pagamos enventualmente a precios innecesarios. el lugar casa. la casa lugar.

bajo la lluvia la casa se convierte en refugio y carcel al mismo tiempo. refugio y carcel. en ninguna otra situacion afuera y adentro quedan en tension tan drasticamente. a veces quiero subvertir esa relacion con la casa pero ella misma establece controles severos. al salir casi quiero regresar. al estar adentro quiero volver a salir. el umbral de la puerta principal es un espejo de la paradoja. y yo le doy autoridad a esa disposicion exterior. hay momentos en que quiero saltarme los controles impuestos pero me detengo pensando que por alguna razon los he dispuesto. escribo la casa como juego, las reglas del juego son implacables aunque no tengan sentido alguno. me desgasto en explicaciones. me pregunto si puedo dejar que el espiritu de la casa escriba a travez de mi. nunca he escuchado acerca de un caso de posesion por objetos. son los objetos los que resultan invadidos de espiritus casi siempre. no recuerdo haber visto un titutlar de la prensa amarilla que diga he sido poseido por una habitacion. aquello seria un caso de fetiche inverso. pero no quiero pensar en eso. si yo fuera casa sellaria las entradas y las salidas para dejar que los habitantes desesperaran en mis entrañas. o si fuera casa estaria siempre abierto. ser casa es como ser la reina de los piratas, es ser mar y cielo al mismo tiempo. que garantiza que las casas deshabitadas no hayan cumplido el gran sueño ultimo de las casas. todos los edificios alrededor las deben mirar con malos ojos mientras ellas se entregan a su propia y cerrada decadencia. hay un aire en las casas inahabitadas que hace pensar que la construccion se esta librando de sus ataduras lentamente. las paredes cerrandose entre si. las tuberias haciendo conciertos. el techo descansando su peso con la confianza de que aquello que lo sostiene se esta empezando a solidificar como materia del mundo. como un dolor congelado en una forma imprecisa. las casa abandonadas se derriten, y decaen como si asi lograsen su mayor prueba de vida. si fuera casa estaria creciendo de maneras inesperadas. y si las casas encantadas son las que han encontrado la voluntad. y si las casas, todas las demas, estan bien entradas en el trance de la paciencia de los objetos. una casa inhabitada he encontrado las triquiñuelas para librarse de los seres humanos, sus creadores. es una casa emancipada de las manos que la hicieron. en el corazon de cada uno de nosotros hay una casa inhabitada. aunque aquellas no se han librado por completo de hospedar otros seres. sin humanos vienen roedores y plantas y mas insectos probablemente. pero que orgullo para la casa haber cultivado en su seno a los rebeldes del sistema. la casa como guarida. no puedo ver las casas vacias con lastima, son mas bien gestos revolucionarios en mitad de la gran construccion. cualquiera que sea su Nombre, instituto, sistema, establecimiento. la casa ha crecido a un estatus antiguo, transdimensional. tiene un rango alto por antiguedad.

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cual es el placer de la casa? cualquier forma de especulacion al respecto empieza con una manera de identificarse con el lugar. el cuerpo se desdobla, o se decomprime, se expande entonces y se hace hueco. el cuerpo ha de cambiar su topologia y volverse lugar. no es posible ser cuerpo y lugar al mismo tiempo. asi mismo no se puede ser lugar y casa al mismo tiempo. para ser lugar el cuerpo de la casa se desdobla, decomprime y se hace hueco. la casa podria ser pensada como un tracto digestivo y de alli podria ser derivada un explicacion acerca del placer de la casa: la casa ingiere y luego excreta. esos serian sus dos ciclos de placer. pero la casa como lugares se convierte en algo mas complicado. sin duda hay una manera en que los lugares experimentan placer. y uno no puede dejar de pensar, experimentan dolor tambien?
dudo que para los lugares haya ese tipo de oposicion. los lugares tienen dolor y placer al mismo tiempo, los lugares de la casa experimentan una tension constante entre adentro y afuera y en su sistema de elucidar el mundo adentro y afuera equivalen a placer/dolor. nada especialmente complejo.

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la musica y la casa. no es una relacion precisamente acustica. la musica es mas bien un temperador de la casa.

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hay momentos en que me doy a ella por completo. y me siento como un ave volando por un acantilado. el viento que viene del mar se choca con las paredes de piedra creando una corriente fuerte y predecible que me sostiene en este borde de los mundos. en cada umbral hay un acantilado y me escondo detras de cada una de las esquinas para sentir el viento que me persigue por todo el espacio. por los lugares usuales, por los lugares agitados, por los lugares prohibidos, por los lugares secretos de la casa. cuando estoy absolutamente despistado los visito con una curiosidad infinita. abro cada cajon, cada puerta. cada armario. cada uno de los pliegues en donde la casa ha guardado sus secretos intimos y sus partes menos funcionales. siempre tengo la esperanza de encontrar una nueva pista. de descubrir algo que antes no estaba alli. si la casa los esconde regularmente de mi ha de estar obrando de manera curatorial. en los cajones, pienso, hay un archivo de lo inconcebible y de lo olvidado. es un incubadero de sorpresas. no pudo negar que cada uno resulta como un pais distinto. con sus propias costumbres y ciclos. y casi siempre con una idiosincracia que se resiste al cambio. hay dias en abro los cajones y pienso que la casa es un cajon dentro de la ciudad, y este es un cajon dentro del cajon entonces este cajon es uno de los rincones secretos de la ciudad. uno de sus galerias secretas diminutas. pliegue recondito. y si algo poderoso son los pliegues. si uno pudiera extender toda la superficie de la ciudad no habria desierto en los planetas suficientemente grande como para alojarla. la casa usa los pliegues de su propia superficie como mallas que pescan poder. y tambien se olvida de ellos y los reproduce y los descarta. hay toda una ecologia de los pliegues y cuando me doy a ellos por completo no tengo salida, son un flujo entrecortado. como una secuencia infinita de ranuras. y no tienen principio ni final. nada pasa en los pliegues, todo sucede en los transitos de uno a otro. uno nunca podria recorrerlos todos. por eso hay una desesperanza basica del conocimiento en la geografia de los pliegues, y bien, si es de algun consuelo, hay muchos que uno no querria conocer y muchos otros que nadie podria conocer. como cuando se dispone un escritorio, uno de esos con muchos cajones, en una esquina del garaje y luego se ponen otras cosas cerrando la via al escritorio. mesas, cajas, puertas sin instalar. eventualmente el garaje sera sellado por un muro y otra casa y las plantas cubriran los edificios. esos plieges son secretos y probablemente nunca nunca seran descubiertos. hay un encanto alli. hay un escenario. y secretos. hay un punto en donde la casa, al ser como acantilado borde entre dos mundos, es un pliegue de secretos. toda ventana es la promesa de un secreto. las ventanas son membranas entre los pliegues en donde se negocia constantemente la entrada y la salida. de luz, de miradas, de calor, de frio, de sonidos. las ventanas estan siempre en accion. por eso existe el termino "vertigo de ser ventana". siempre hay una sensacion de estar atrapado entre dos o mas posibilidades de ser cuando se es membrana y eso acarrea consigo un vertigo vivo y dificil. por eso a los chicos les gusta quebrar ventanas. lanzar la piedra, escuchar el tintineo escandoloso y liberador, salir corriendo entre risas nerviosas, risas de triunfo, risas catarticas. los chicos estan justo en el punto mas dificil entre dos posibilidades de ser y por eso se dan a liberar otros objetos que estan en esa tension constantemente. es un gesto de solidaridad y es un gesto con un sentido ritual puro. la naturaleza de ese gesto hace que sea casi incomprensible para un adulto ya definido como Adulto como si la lejania del vertigo fuera inversamente proporcional a la capacidad de entenderlo. pero quebrar una ventana-membrana tambien es un acto despiadado y un acto de apertura total. el material es cortante y en ocasiones se paga con sangre. las relaciones entre membranas, piel,vidrio, ventana, son casi siempre dificiles. como si se creara una recurrencia inevitable. un transito acelerado que puede resultar en destruccion mutua. entre la membrana-ventana y la membrana-mirada hay una relacion igualmente brutal pero con una distancia fria y calculada. la mirada y la ventana se encuentran alli donde el pliegue se redobla, la frontera entre dos mundos.

miércoles, noviembre 24, 2004

nada casa

eran las dos de la madrugada y yo estaba tratando de decidir que habia pasado. como siempre yo escogiendo los peores momentos para hacer las cosas. cansado y los ojos se me pegan a los parpados o son los parpados los que se caen. y claro, me siento un poco masticado y un poco como sin voz. siempre tratando de decidir las cosas entonces me voy para la sala tratando de conversar conmigo mismo. a donde he llegado,me pregunto. que paso con todo el camino recorrido. y me abrazo los pies como pensando que hago aqui justo en este instante de los tiempos bajo este techo con estas bombillas electricas y este tapete y pisos de vinilo y con un refrigerador y electrodomesticos y las maletas que me esperan en el closet como diciendo aqui no te quedas de largo. no en esta casa. porque sos una meditacion alargada por todos esos lugares que has habitado. y para ser honesto yo ya he perdido la cuenta pero cuando pienso un poco con los ojos vueltos hacia atras o hacia arriba si eso suena un poco mas sensato. cuando pienso que tengo una especie de hoja de vida de vivir aqui y alla y en este otro lugar pues digo ah, que maravilla, pero que cosa tan aspera pensar que la vida en una hoja o que tengo algo tan plano y tan soso y tan prosaico como Una Hoja de Vida. que suena como a una Hora de vida o una roja bebida. como que tengo una sangre de vivir o un listado de cosas que alguien puede agarrar entre sus dedos y juzgar por un minuto y archivar con otras hojas de vida y al mismo tiempo es encantador. hojas de vida y arboles de vida. y todas esas cosas que suenan tan burocraticas y a veces tan ocres frias que dan como una comezon en la garganta.

porque la verdad no puedo decir que he llegado muy lejos y honestamente me siento un poco vacio y sin voz y a estas alturas no puedo juzgarme muy severamente. entre el instituto y la ciudad y uno que otro dolor. es todo. y no es. hay noches en la madrugada en que como que lo ando simplificando. pero entonces abro la ventana y escucho una cancion y algo asi y la vida gana una complejidad que no tenia y entonces escribo unas frases y tengo la sensacion de que a la hora de hacerlo la complejidad se desvanece y me quedo con un puñado de frases que se caen como arena seca entre los dedos. me confieso en la pagina. y a estas alturas del texto. y del siglo y de las miradas de lectores no hay sorpresa en que los personajes se confiesen. porque ya alguien lo habra notado confesiones van y confesiones vienen y el que anda leyendo las anda buscando un poco y de eso a nadie se le echa la culpa por el contrario le decimos que con todo cariño las confesiones mas secretas estan hechas al ritmo de sus manos y sus dias y sus dolores y alegrias y estan en el formato que quieras y al precio que quieras y en la esquina mas extraña del mundo y en la mas comun que como todas las esquinas es aquella que no hemos encontrado todavia.

entonces me digo. o me dijo en verdad. autor, he soñado con una casa arquetipica en donde el sueño se confunde con sabiduria y los angulos rectos con perfeccion. una casa arquetipica en donde se mastica lentamente la vida de los que la habitan con decoraciones de animales disecados y film en blanco y negro y dientes de hierro con cemento. la casa es una entrada y tanto como la habitemos estamos en ella. pienso a veces en la casa utero y pasa de seguro y tambien pienso en la casa esquina y en la casa espina dorsal. digamos que ya no me preocupa aunque siga escribiendo una meditacion un poco ridicula y un poco en bancarrota de palabras. ya no tengo el valor, me rindo. hasta aqui llegue estoy desesperado y triste y el dolor es como una cancion que no me gusta y se repite y se repite y una y otra vez una y otra vez el dolor que se repite se convierte en algo interesante. hasta que estas seco, deshidratado de originalidad. eres un lago seco en la faz del mundo y te cubres con una casa que ni siquiera has construido, que habitas como una sombra, siempre prestando los movimientos y la presencia de quien te origina. con que valor te atreves a mostrar la cara en la faz de un mundo tan grande en donde todas las cosas tienen su propio sitio. como la escritura y los jovenes y las ciudades y quienes las habitan. todo. Todo ha sido prescrito ya y no lo digas. no te alies con las voces aquellas... entonces me doy cuenta de que estoy delirando un poco. le regalo mi delirio. aqui como sangre negra y seca en polvo de sangre instantanea, sangre de microondas. arena, sangre, polvo. asi esta hecha la casa. y un poco de delirio y una enorme dosis de miedo y posesion y proteccion.
en la casa hay una mitica del consumo y de la apropriacion y de la proteccion y de todas las relaciones. a donde hemos llegado, al nucleo de las babas del dolor de la imagen del poder del orden gepolitico. si hay un nombre radicalmente encantador. Homeless.

soy un homeless de la escritura. no tengo casa en estas cosas que escribo ni en esta lengua ni en este medio. en verdad, no tengo defensa, esta no es mi casa. soy como pez en tierra. estoy constreñido tengo tantos limites y si digo que estoy feliz lo estoy en una intermitencia de onda libre que me impide ser absolutamente resoluto. es uno de esos dilemas entre la imagen super-construida de algo y la puesta en practica real. es cuestion a veces de un dolor extra diferido. como los partidos de futbol que sucedieron ya pero que son transmitidos y muchos de los espectadores hacen lo posible por esconder la informacion del ganador para darse la sorpresa, para ver el juego con la inocencia dada. partidos en diferido. y que lindo que asi mismo la vida se como en diferido porque si la vida es como un juego de sumas a cero la que gana ya sabemos siempre quien es. muerte uno, resto del mundo cero. y asi sigue el conteo con la delicadeza de las hojas que llenan el prado en otoño. claro, muerte. otoño, que cosas tan simples. porque si uno se concentra lo suficiente entonces empieza a encontrar algo en estos cambios de tono y en estas mezclas que bueno, asi somos. como mezclas de mezclas y si uno se pone a desenredar la trama de las mezclas, pues bien, tiene una profesion. y si se pone a hacer mas enredos y a presentarlos en paquetitos bien definidos como Obras hechas entonces, pues bien, entonces tiene otra profesion. y aquello de las profesiones me suena a veces como a la posicion de los dientes en una boca. este sirve para cortar, este para desgarrar, este otro para moler y este otro no sirve para nada. entonces asi los numeramos del uno al treinta y dos. y son Tan importantes los dientes. eso no lo iba a negar nadie. y no lo iba a negar yo en especial. porque bien. a veces las cosas son como dientes y uno no tiene porque andar diciendo que son mas o menos importantes o que no son importantes. que se yo. imagino que las cosas pasan en jerarquias de lo que pasa o no pasa y hay cosas mas importantes que otras entonces las jerarquias estan definidas por sistemas complejisimos de comunicacion y esas cosas. y de impacto y de economias y de magnitud y esas cosas. y uno no puede llegar a decir que nada pasa porque eso seria como burlar un poco el orden de las cosas. o seria como quejarse un poco de la distribucion de los acontecimientos. que son aqui mas continuos y alli tienen unos ritmos mas imperceptibles como en las planicies con pueblos pequeños en donde la gente se dedica a vivir sus vidas, vidas. y se sientan a recibir a los extranjeros que son cada vez menos y han sido tan pocos por tanto tiempo y les dicen aqui nada pasa con esa candidez y se llevan una vaso de cafe a la boca despacio y miran con los ojos por encima del borde. en las planicies el ritmo de los acontecimientos es otro y esta como dado para miradas de largo alcance imagino yo y que envidia de esas miradas que envidia ser una de esas y ver y ver y ver como pasan las cosas como los valles fluctuan despacito y las nubes pasan a trescientos recuadros por segundo las sombras son apenas un titilar de fondo y el sol y la luna se mueven como pelotas en el firmamento. las casas explotan de repente como colonias de hongos y se quedan ahi cambiando de colores a veces creciendo prados alrededor y luego, al final, se quedan inmoviles y el color se va haciendo mas como el de la tierra que las rodea mas y mas hasta que se confunden del todo o son apenas una mancha en el terreno y luego apenas un relieve sutil y despues desaparecen por completo. cuanto tiempo toma todo eso? yo no se si tengo derecho a preguntarlo siquiera, pero dira usted que uno tiene derecho a preguntar cualquier cosa. y a lo mejor es cierto pero con que cara lo hago yo que veo el sol subir y bajar despacio y vivir medio dia me toma casi otro medio de descanso, o al menos un tercio como prescriben los que dicen saber de esas cosas. porque es una mirada de otro calibre pero pienso yo que el calibre de la mirada se puede ir cambiando de a poquito si uno empieza a hilar letras y palabras y frases y parrafos y a lo mejor asi, pienso yo, la mirada gana un poco de calibre como una bala y se vuelve de largo alcance. pero eso es apenas una apuesta o a lo mejor una de esas opiniones vagas. como dos hormigas que se encuentran en el camino y se dicen algo en su lengua de palabras quimicas. asi, creo yo, hay un chance de que la mirada se crezca un poco. asi le digo a usted en nuestra lengua de palabras escritas y asi usted, otra hormiga como yo, sigue caminando por ahi y le dice a otra hormiga y la mirada de las hormigas en conjunto reconoce un territorio enorme como el de una casa o hasta el de un par de casas. claro que yo no tengo ideas acerca de la manera en que las hormigas piensan todos esos lugares que recorren y si les llaman "casas" o si ellas mismas habitan una casa enorme de hormigas o casas individuales de hormigas individuales y el hormiguero seria lo que para nosotros es la ciudad. aquello es imposible, comparar esas cosas. pero en el intento de hacerlo hay una promesa de salvacion. magia y metafora y todas esas cosas de en las que uno termina pensando cuando se pone manos a a la obra a escribir alguna cosa. mas si esa cosas envuelve casas y ciudades y solo la nocion de habitar hace que la cabeza me de vueltas. y al pensarlo al lado del piano y sobre el piso de madera me da una sensacion como de gran casa vacia con el frio ese caracteristico de las casas viejas. siempre que las habito me pregunto cuanto es necesario para calentarlas en verdad. aunque ese es un frio saludable de grandes espacios y esquinas alejadas de uno. porque en otras ocasiones he habitado esos lugares en donde las esquinas estan tan tan cerca que sin saberlo me he sentido yo mismo apuntalado por cuatro esquinas, si no son mas cuando los cuartos tienen mas plieges de los que tiene un simple cubo. como cuando las columnas sobresalen un poco de los muros o cuando los armarios tienen un pasaje para acceder a ellos. porque en las esquinas llegan dos o mas planos y es alli donde resulta mas clara la linea recta que compone estos espacios. yo me he preguntado que seria de mis modos de ser y de pensar si hubiera crecido en un espacio con contornos circulares. las esquinas habrian sido totalmente distintas en naturaleza. mas bien como pequeños refugios. como insinuaciones de una caverna. como esas que solia hacer cuando era chico con sabanas y muebles y cojines. como me gustaba la curvatura de las sabanas. creo yo que en ese entonces soñaba con un techo que cayera en una curva de boveda invertida casi llegando hasta el suelo de modo que el centro de la habitacion fuera inaccesible. el techo como otra pared cercana que uno pudiera tocar y dibujar y usar para entrar en contacto sensual con el espacio. imagino que algo asi tendria tambien una presencia opresiva Tan alejada de lo que uno desea para los lugares que habita y su drama de cambio y envejecimiento.
sera que los espacios envejecen como los libros? y esta es una de esas preguntas a la ligera que hago como quien hace cualquier pregunta. una pregunta ligera que no se confunde con una pregunta que tiene una respuesta ligera. pero la respuesta. por supuesto que la respuesta es No. y tambien es Si. uno diria todas las cosas envejecen igual en cuanto al acto de envejecer se refiere. pero no todas las cosas tienen la misma vejez de hecho la vejez es siempre relativa a la capacidad de duracion de las cosas. nada nuevo dira usted. y nada nuevo asiento yo. pero levanto un libro de la mesita de al lado y al abrirlo con sus paginas amarillas el libro crea un tono para lo que contiene y yo no puedo dejar de notarlo y entonces miro la mesa y la manera en que descansa sobre el piso de madera al lado de la ventana pintada con pintura de aceite y pienso que la casa tambien tiene ese tono para la mesa. como si la casa fuera una pagina envejecida. y quiero decir al mismo tiempo. ya no como un susurro algo pasivo y lejos de ser ingenioso, no ya lo quiero decir de otra manera; el libro casa.
la palabra casa.
el vaso casa.
la letra casa.
el dolor casa.
la presencia casa.
el tiempo casa.
la movilidad casa.
el amparo casa.
la luz casa.
el negro casa.
o aquello lo podria reemplazar con otras palabras, pero dado el momento y la inclinacion del momento. y la manera en que me dejo caer sobre las manos que escriben. bien, dadas esas cosas y la disposicion del momento y las paginas que preceden y las paginas que siguen. he llegado a la conclusion de que esa es la palabra precisa. nada casa.

la luna deshidratada de la tarde

la cosa empieza con ese ritmo infeccioso del grind-core desesperado. es un sonido de metralletas verdes acribillando a un jabali gaseoso. mierda dice H. eso si suena como si le hubieran sacado el dolor a un panadero de la esquina destilado en un laboratorio de casas igualitas tristeza de estudiante de administracion de empresas camiseta negra instrumento quirurgico dibujado a lapiz en la mesa de la cafeteria. mierda dice A. eso si tiene imagen. mierda les digo, asi suena ciudad liquida cuando tiene un dolor de muelas cansada de masticar a tanto cristiano. pero no te metas con la city dice A. que es mas lo que te ha dado que lo que te ha quitado. y yo le digo que es un elogio filosofico que a mi me gusta ese ruido horroroso tenga imagen o no y que el problema tambien esta en que yo no tengo imagenes para eso. H. interviene diciendo que si la city suena asi entonces como suenan las casas y yo le digo que yo no soy el experto en casas que hay que preguntarle a A. y ella que se enrosca como un camaron en agua caliente abrazando sus botas rosado acrilico brillante. y dice A. es que hoy me siento rota y no puedo pensar en esas cosas hoy me duele una parte del cuerpo que no tengo creo que se me perdio el otro dia que estaba buscando una de esas cosas que se refunden tanto que no sabe uno que esta buscando me duele como un dedo amputado pero los cuento y los tengo todos es como una melancolia ay me duele como un perro aplastado y dice A. que estuvo hablando con el ciriri el otro dia y que el ciriri habia visto tantas cosas aplastadas en la calle que estaba andando despacito despacito en su bici la pechiamarilla tan despacio como le daban los pedales tranquilos dijo el ciriri que habia visto palomas aplastadas gatos aplastados marsupiales aplastados niños cucarachas y que habia dias en que la calle le parecia mas un cementerio que un camino y que cada que los veia pensaba que el podia estar ahi aplastado tambien o no y que eso hacia que rodara mas fluido que nunca y cosa tan seria decia A. y a lo mejor vos tenes razon y la city se la pasa masticando cosas pero que de seguro eso no sonaba tan bien.
suena. le digo. suena como una explosion atomica estirada en un canal de audio suena como un record de Mayhem tocado al reves en un turntable encantado. A. dice que si se esfuerza y lo piensa un poco las casas suenan como bosques a la hora en que cae el sol y las maderas se empiezan a encoger por el frio con esos crujidos de efecto de sonido tan cliches. pero que las casas suenan mas y mas verdaderas cuando estan siendo demolidas y cuando las casas son fantasmas siluetas de casas ahi es cuando cantan mas fuerte como gritos en los cielos alaridos bestiales de cemento vidrio madera polvo y cuando no saben muy bien que les paso por encima si fue una manada de obreros mal pagos o un terremoto o un buldozer o un plan de remodelacion urbana o un constructor pirata o un huracan. o una avenida dice H. o una avenida repite A. o un inversionista o un rio desbordado o un derrumbe. la city tambien se la pasa aplastando casas con sus dientes de buldozer y caritas tristes. dejando hilos sueltos por ahi. y entonces es cuando uno puede ir y tocarles las partes mas intimas tocarles las heridas a las casas y las impresiones que dejaron en otras casas. y quedarse en silencio para oir el alarido tosco tactil salvaje que guardan las casas en su corazon. las casas son cosas duras y a veces blanditas pero cuando estan descubiertas siempre encuentran formas de hacerte daño cortarte envenenarte rasparte hundirte de despecho y cuando estan enteras son todo lo contrario. asi son las casas, de las asperezas derivan su capacidad de proteccion. has visto que la gente necesita cascos para armarlas y para desarmarlas? y necesitan botas con puntas reforzadas como las que usan los punketos y necesitan ropa mas gruesa y manos curtidas con el color blanquecino del cemento que es como la luna deshidratada.
entonces A. respira y nos mira. y el viejo H. asiente y mira y yo hago lo mismo y la tarde se desenvuelve tranquila. y hemos estado todo el dia encerrados en una casa y afuera parece que Todo sucediera y adentro apenas se ve la luz del sol que se va y se va y se va y se escucha el murmullo de la actividad en el exterior y es como si estuvieramos esperando a que la noche llegue mientras hibernamos el dia hablando y pensando y dice A. que cuando el sol se va se siente un poco mejor porque en las noches uno siente que lo unico que se la ha perdido es el dia y todo lo demas que se le ha perdido en verdad queda un poco olvidado un poco. y H. dice que le gustan las mañanas mas que las noches aunque las noches le encantan y que nosotros estamos un poco perdidos y candidos y que por eso para nosotros la noche es lo mejor de lo mejor pero que cuando nos hagamos mas viejos la mañana veremos que la mañana.

dime H. le digo a ti no te da vertigo de que cualquier cosa podria pasar y H. dice que no es cierto aunque si es cierto aunque ya se le olvido las cosas en el olvido son las cosas en el olvido. A. dice que no me preocupe, eson son cosas para los matematicos y los estadisticos y los probalisticos y los lideres de estado y los fisicos cuanticos y que yo no soy ninguno de esos aunque tenga el corazon un poco enloquecido cuando me subo al escenario. dice A. que lo que pasa pasa y que ella no se mete en metafisicas. y se abraza las piernas con sus botas purpura vinilo brillante de punta redonda. oye A. que es lo que mas te gusta patear con tus botas? pregunta H. y A. dice que le encanta patear nubes de mosquitos y charcos de lagrimas y montañas de papel invisible pero que lo que mas le gusta patear son dibujos de casitas un cuadrado con un triangulo encima que cuando los pateas las lineas se quiebran de lo lindo y caen como gotas de lluvia desordenada y que a veces caen en montoncitos gritones que luego podes recoger y volver a pegar con un poco de pegamento o que podes usar como agujas y coserte a los lugares o que podes dejar ahi tirados para pintar encima de ellos y que queden petrificados a los recuerdos. y yo le digo oye A. donde consigues montones de casitas dibujadas al por mayor y A. dice que tiene unos contactos en el bienestar familiar que hay no se cuantos niños sin hogar como los que aparecen en television que se la pasan dibujando casitas y se las dan a cambio de que ella les haga malabares con sus botas purpura vinilo brillante y su nariz profesional de payaso. te sale barato entonces le digo, y ella dice que le costo mucho trabajo aprender a hacer malabares pero que cuando lo logro pudo comer un tiempo de hacerlo en los semaforos. seguro te veias encantadora, dijo H., y ella dijo que lo de los malabares en los semaforos habia sido antes de sus botas purpura vinilo brillante pero que si, que seguro se veia muy bien porque asi fue que conocio al ciriri que un dia se cayo de su pechiamarilla por quedarse mirandola y que fue esa la unica vez la unica vez jamas de los jamases que vio que el ciriri perdiera el balance bailando con los semaforos que hasta sin manos lo hacia a veces y que decia el ciriri, si uno aprende a bailar con los semaforos la conversacion con el resto del mobiliario urbano te sale, y te sale. en los semaforos no se ven tantas cosas aplastadas dice A. y pues a veces parecen los momentos chiquititos que se da la city en su masticadera creo yo. has visto como se pone la gente desesperada en los semaforos y todo porque la city les da una espera, un contrapunteo pero yo tambien creo que es como una provocacion como un coqueteo y como una regla de esas que alguien quiere romper todo el tiempo y asi garantiza que el Orden Orden sea.
yo no creo que la city esta tan interesada en el Orden Orden. digo y A. dice que esta de acuerdo sino miranos aqui tan conversadores en vez de estar trabajando ahi afuera en donde Todo pasa. dice A. que la city no es una sola y que hay facciones de la city que quieren el Orden Orden y otras facciones que no quieren lo contrario pero tampoco lo mismo y que esa aparecen casi Raras a las facciones que quieren el Orden Orden y que a veces se la llevan bien y a veces no. y que a veces se arman trifulcas entre unas facciones y las otras y a veces lo que se arman es fiestas y otras veces se arman tensiones. y que las tensiones no son tan terribles, a veces hasta armoniosas resultan dice A. a ver dame un ejemplo le digo yo y A. que dice que la cadena de la pechiamarilla esta en tension y que eso es una expresion de la city y que es de lo mas armonioso tambien y que me decis de la manera en que la gente camina por esos andenes repletos a veces. yo le digo que tiene un punto pero que no me convence del todo. entonces A. sonrie y H. sonrie tambien como diciendo todo bien ya van ver y yo sonrio y seguro seguro que ya vamos a ver. todo esto suena a mil motores a bombas que explotan en camara lenta al murmullo de las autopistas y las olas del mar y el caucho de las llantas contra el pavimento y al ronroneo de los gatos en tejas de barro. y H. dice que a el le suena como a un radio de onda corta sintonizado en una frecuencia del norte, una de esas serias en donde la gente habla como un oso que camina por nieve seca. H. dice que quiere dar un toque afuera ahora que el sol ha caido y que quiere una esquina vacia con marcas de grafitti en el piso y que haya un arbol y yo le digo que conozco la esquina perfecta donde antes esperaba el bus y salimos los tres y el aire fresco de la noche nos dice hola y respiramos como que estamos un poco mas vivos y un poco mas muertos como si tuvieramos menos dientes y mas ojos y al menos otro par de narices. caminamos un rato como en silencio como en espectativa y cuando llegamos la esquina donde yo esperaba el bus leyendo comics a veces y a veces escuchando musica de lobos entristecidos de los bosques de canales muertos entonces H. dice perfecto y hace que nos sentemos en el anden dandole la espalda y dice que todo en orden y saca su radio con funda de cuero negra y lo prende despacito despacito como para que no suene el CLIC que hace al prenderse y luego con la misma perillita empieza a subirle el volumen mas despacio entonces suena como si el mar se acercara a nosotros o como si estuviera en una cajita viajera y el sonido se confunde un poco con el de la esquina poco iluminada y con el del viento y los carros rabiosos en la autopista haciendo el Om meditativo de la city. y luego sube y sube y sube despacio muy despacio por un tiempo que parece infinito y cuando menos pensamos el radio de H. esta a todo volumen entonces el empieza a mover la perillita de la emisora muy despacio tambien y el sonido es como de pistolas lazer y como de ranas en temporada de lluvia y como de mensajes tirados al mar en botellas de vidrio radiales que rebotan en todas las costas vacias o no en todos los espectros y A. y yo mirando a la semioscuridad y H. atras con su toque de radio y sospecho que baila despacio y retuerce la cara en gestos con la musica de su cajita sorpresa. cara blanca. la antena extendida. orejas grandes. nariz oye que oye. y A. y yo sentados en el anden pensando un poco y con las orejas paradas escuchando los mensajes de H. esta es una esquina muerta de la city pero viva que viva en este instante y A. voltea para atras y le dice a H. con su tono tranquilo de botas violetas vinilo brillante ya ves que nos sacaste de la casa viejo H. sos el mejor.

martes, noviembre 23, 2004

afuera de colores amarillo vinilo brillante rosado vientos de agosto.

encontre al viejo H. en uno de los bares de ciudad liquida. el murmullo del mar se mezclaba con el murmullo de las autopistas y nos llegaba un olor a gaviota despechada, a carpa de camion. las paredes estaban decoradas con encaje barato y tigres de peluche. H. se sento a mi lado y me dijo que me recordaba de alguna parte pero que todas las partes se le habian olvidado. entonces un silencio de oficina de correo se sento sobre el lugar. era como una cancion de lobos tristes compuesta por john cage. le dije que el instituto se habia derretido un dia rabioso y que habia dejado detras de si a una manada de mentes perdidas vagando por todas partes y H. me dijo que estaban mejor asi, uno nunca esta tan bien como cuando esta perdido. dijo con sus ojos claros de lora antigua. dijo que el podia vivir por siglos como vivian las loras y que si se moria iba resucitar como la lora fenix.
la lora fenix no existe le dije, es el ave fenix.
y el dijo que la lora fenix era la original, que la otra habia sido registrada como marca despues y se habia ganado el protagonismo. la lora fenix resucita de las cenizas de sus palabras, dijo H. pasandose las manos por la cabeza llena de pelos blancos. la lora fenix tiene una maleta con capacidad infinita, como uno de esos discos duros de las novelas de ciencia ficcion, y de su maleta saca todo lo que necesita y lo que no necesita y lo que no existe. dijo H. y yo le dije que la estaba confundiendo con la maleta de un gato de las caricaturas. me importa un pepino el gato, dijo H. el gato salio de la maleta de la lora fenix con su otra maleta y con su equipo de dibujantes y productores.
H. era como un viejo punk escribiendo poemas con el dedo en pantallas de televisores recien apagados.
ya me acuerdo dijo H. te vi en el instituto, es verdad? es verdad le dije. no me acuerdo del instituto dijo. o tal vez si. es que ya no me preocupa la memoria. dijo H. con una risotada que retumbo en el techo bajito de ese bar de ciudad liquida donde llegaba el murmullo de las autopistas haciendole un amor mecanico al murmullo de la olas del mar.
cuando me acuerdo del instituto la boca me sabe a exhosto de camion dijo H. alla me la pasaba haciendo payasadas y creo que me sacaron corriendo. alla me la pasaba con los perros y hasta pulgas tenia. alla me la pasaba jugando aunque me castigaran, pucha. una chica rubia exhalo el humo de la boca toda pintada de rojo como haciendo un dibujo pulmonar con la tinta mas liviana y azul de todas.
le dije a H. que el me habia enseñado a apuntalar el mundo cuando era muy chico que yo apenas lo recordaba. y H. dijo que no dijera esas cosas en publico. o mejor sigue diciendolas pero a los gritos para que nadie nos escuche. entonces H. saco un radio que tenia en uno de los bolsillos de su chamarra y era un radio negro con forro de cuero y una correa de cuero para ponerselo como una mochila y tenia una aguja naranja que se movia por la linea marcada con frecuencias. H. lo prendio moviendo la perillita del volumen y empezo a sintonizarlo y desintonizarlo y le subia volumen y le bajaba volumen. y H. se veia bastante comodo con su radio y sus manos lo acariciaban y era como un instrumento. a veces se detenia en una emisora y cantaba lo que estuvieran diciendo y a veces lo dejaba en medio de dos emisoras e improvisaba con lo que estuvieran diciendo en las dos emisoras al mismo tiempo o lo que el alcanzaba a entender. entonces apagaron la musica del bar de ciudad liquida en donde el murmullo del mar se derretia como grasa de camion sobre el murmullo de las autopistas. y alguien dijo silencio silencio que el viejo H. esta cantando y todo se detuvo en un instante y H. canto acompañado de su radio
AMOR ES CANTARTE EN LA MAÑANA TRES MUERTOS Y DOS HERIDOS EN EL AMOR ES LAS CONVERSACIONES EN EL MEDIO OIR LOS PAJAROS DESNUDOS SHISSSSSS, SHISSSSSS, SHISSSSSSSSS, SHISSSSSSSSSSS EL PRESIDENTE ANUNCIA LA CAMIONETA PASANDO LA FRONTERA SE ME PERDIO ACABAN DE TOCATA EN B.SHISSSSS, SHISSS, SHISSS
SHISS,
SHISS!!!!
(silencio)
ESTAR ENAMORADO LA TREGUA ANUNCIAN LA REINA SHISSS
SHISS, SHISSSSSSS, SHISSSS, SHUSS
SHIS!
SHUSSSS.
el viejo H. se lanzo en un solo de radio sobre la mesa que temblaba con el movimiento de las perillas. un par de botellas en el suelo y H. haciendo un collage sonoro con las voces de unos comentaristas deportivos mezcladas con las noticias internacionales. villancicos, un poco de techno y una de las obras de vivaldi. el show se acabo con el himno nacional intercalado con interferencia. H. le bajo el volumen lenta lentamente hasta que se confundio con el murmullo de la autopista sintonizandose con el murmullo de las olas del mar y todos nos quedamos en silencio en el bar de ciudad liquida mirando a H. sobre la mesa con su radio forrado en cuero. aplausos, gritos, silbidos. y todo volvio a la normalidad de un bar de ciudad liquida. la musica prendida y el olor a bluejeans sin lavar. H. guardo el radio en el bolsillo de la chamarra y siguio mirandome como si nada hubiera pasado. y H. que dice porque tienes esa cara de acontecimiento? y yo que le digo que su cancion sonaba a balada romantica licuada con tormenta tropical, ya sabes la tristeza que me da cuando escampa y tengo los ojos humedos de tanto llorar.
H. dijo que no tenia idea de como sonaban sus canciones que lo unico que hacia era tocar el radio que era lo unico que habia aprendido en todas estas noches y que su pasion era surfear las ondas radiales haciendo collages imposibles de reproducir. alguien queria que firmara un contrato con una casa disquera pero no quisieron aceptar mis condiciones, dijo H. oye porque no nos vamos a dar una vuelta este bar ya parece la siesta de un gato aburrido a media noche. y H. se puso de pie y salio caminando despacio con su sonrisa complacida y ese ritmo entrecortado que tienen los interpretes del radio-collage. el bar se despidio de H. con mas sonrisas complacidas y manos haciendo olas y desde afuera el bar de ciudad liquida parecia un radio enorme sintonizado en una de las frecuencias favoritas de H. aquellas en donde las voces de otras dimensiones apuestan carreras con las voces de este mundo, quien gana se queda con todos los colores del espectro, dijo H. encerrando la frase con las comillas de sus dientes.
salimos del bar y caminamos por la loma vacia de calle que era aquella calle forrada con adoquines color naranja. H. susurrandole a la noche y yo siguiendolo con las manos en los bolsillos.

la noche era un parentesis de aire fresco galeria de murmullos gritando secretos al aire. yo llevaba tanto tiempo en ciudad liquida que ya habia perdido la cuenta de los dias y los meses y los años y las horas y los segundos. los minutos caian lento lento como pudin de tapioca desde los techos con tejas de barro y yo tan tranquilo haciendome viejo tranquilo porque no estaba haciendo nada. el tiempo es como una exhalacion. el tiempo esta en la tension de las esquinas. el tiempo es eterno en esta ciudad que medita todo el tiempo con los sueños de sus calles.
como seran los sueños de las calles? dijo H. con tono meditabundo. seran sueños con sangre y entrañas al aire sueños de alcantarillas y cucarachas aplastadas palomas explotando en el cielo besos de lengua bajo los portones escupitajos verdes cayendo en el tiempo infinito de las camaras superveloces ropa escondida en las grietas de los puentes armarios improvisados en alcantarillas secas paleta de grises y ambar gaseoso humo de exhostos humo azul de cigarrillos humo purpura de puros en las bocas de viejos desdentados con sombreros de los veintes humo negro de autobuses quemados en manifestaciones vapor blanco agua evaporada cuerpos despedazados por la policia perros callejeros miradas de gatos negros que cosa tan seria carros disecados extasis basuco bareta perico rubinol rubia raton pulga buseta metro bicicleta pitazo noventaynuevecentavos la basura escalando las columnas y los chicles ennegrecidos haciendo un mapa de puntos en los andenes. el viejo H. se mete tanto aire a los pulmones como puede de una sola y me mira borracho de oxigeno y brisa del mar mezclada en remolino con el viento de los cerros. el problema, dice, es el de los rumbos, entonces, vamos a caminar en amarillo. entonces H. me indica que ponga atencion a todas las cosas amarillas que vea en la calle mientras caminamos y el amarillo es quien nos va a dictar el rumbo y porque amarillo le digo a H. y el me dice que se acaba de acordar de una nena que tenia flores en el nucleo de las babas y se llamaba del color que tenia el aviso de la tienda en la esquina de la calle al otro lado del bar de ciudad liquida en donde el murmullo del mar le chupa las tetas al murmullo de la ciudad bajo la capota del carro que se llama cielito lindo alumbrado por un farolito de papel mache.
el problema de caminar en amarillo consiste en los taxis. que son estas manchas enormes que andan por todas partes como si salieran de las grietas de todas las avenidas. los taxis amarillos llenan el paisaje. luego estan las luces de los carros porque uno no sabe si son amarillas o estan en el medio del ambar podrido y el ocre iluminado o si son del todo blancas o tienen ese amarillo de los dedos de fumador. empiezo a notar tantas cosas amarillas que me da fiebre y hay una nena con una falda amarilla con textura de mantel y una mancha de pintura amarilla que cae con esa sensualidad de la pintura que se ha regado libre del tarro que la contenia pintura euforica pintura enloquecida pintura de las cortadas en las venas de un gigante de oro. H. dice que caminar en amarillo es caminar para encontrar la riqueza del mundo, velas amarillas en las rejas de las tienditas e hilos amarillos en los escapularios del viejo que vende pilas y cortauñas en los trenes del metro en invierno y en las busetas de la avenida septima en el otoño. nada como las busetas en otoño dice H.
caminando en amarillo llegamos a una libreria que abre hasta la madrugada y H. entra porque quiere saber cuantos libros adentro tienen cubiertas amarillas y asi descubrimos que el amarillo se envejece y que ama al polvo tanto como el polvo ama los pulmones secos de ciudad liquida. si yo escribiera un libro tendria cubierta amarilla dice H. yo pense que no te gustaban los libros le digo a H. y el dice que los libros no son cosas que uno puede decir si le gustan o no que estan y estan y estan y que no hay que preocuparse por ellos. libros lindos libros ricos libros deliciosos libros amarillos como chocolates envueltos en papel de aluminio de moneditas de chocolate amarillas. H. toma un libro del estante y dice que nunca lo habia visto antes o que si lo habia visto no importa que ya tantas cosas se le han olvidado que las puede visitar con la tranquilidad y la inocencia que tanto le gustan, porque el amarillo mas amarillo es el olvido dice H. levantando el dedo indice como un filosofo de caricatura y cerrando un ojo y abriendo el otro como hacia un escritor argentino adicto a los laberintos. H. abre el libro en cualquier pagina y empieza a leer en voz alta:
"Estan bebiendo el ponche de la victoria, compuesto de paregorico, mosca española, ron negro pesado, brandy Napoleon y calor enlatado. El ponche esta servido de un enorme macaco, vacio por dentro, dorado, encogido en un gesto de terror dilapidado, agarrando una lanza a un costado. Al pinchar las pelotas del macaco el ponche sale de su pene..."
H. devuelve el libro a su lugar y me mira haciendo bizcos. ojos desorbitados y una sonrisa de titere desvergonzado que va perfecta con la seriedad de la estanteria vestida de cafe madera pulida y barniz de carpintero obsesivo.
ahora este, H. se recoge las mangas de la chamarra, se frota las palmas de las manos haciendo un sonidillo agudo, risueño
y agarra otro libro negro pero que segun H. deberia ser amarillo porque estan los colores de las cosas y las cosas que merecen otros colores.
"siempre abro el diario y espero leer noticias como por ejemplo que hay una nueva receta de mariposas con dinamita o algo asi". y H. que pone el libro en el estante y sale despidiendose del dueño con la mirada de despedida cool que sabe hacer H. como si nada hubiera pasado, como si todos los afectos pudieran ser dichos con una cerradita de los parpados y una inclinadita de la cabeza. todo tan cool. tan tranquilo. salimos a la calle y hay una linea amarilla que dice cuidado! en letras negras y la seguimos como si fuera un tunel que nos lleva directo a la avenida B. que es como una avenida que no quiere ser avenida llena de señoras que venden comida calentada en unos hornitos de lata llenos de carbon por eso la avenida B. huele a madera quemada y a maiz asado con un cariño inexplicable. sabe a monedas amarillas y a maiz amarillo y manos humedas y rosadas que se amacan en delantales de vinilo con florecillas untadas de mantequilla.
en toda la esquina como si fuera un enviado divino nos cruzamos con un amigo de H. que H. me presenta como el ciriri y le da una palmada de cariño en la espalda que casi lo tumba de su bicicleta amarilla. la pechiamarilla dice el ciriri con una sonrisa llena de dientes largos y redondeados. una de esas sonrisas que lo hace sonreir a uno tambien. el ciriri tiene unas gafas oscuras y una gorrita de ciclista negra y su bici es amarilla vinilo brillante. y anda fluida porque nunca para dice el ciriri acomodandose la maleta y dandole vueltas en el aire a su rueda trasera de velodromo.

el ciriri anda sin frenos por las calles y las faldas de ciudad liquida. es uno con el camino y con los carros y atraviesa los cruces repletos de peatones como si fueran nubes. el ciriri es un iluminado del trafico amarillo en su pechiamarilla simplisima y sin frenos que tiene las lineas de un ave pintada con pocas pinceladas. en su gorra negra tiene pintado un pajarito con antifaz. es el mensajero amarillo dice H. aqui la noche sabe como a ruedas y asfalto como a cuerpo en movimiento como a pedales como a que la bici sale de tu cuerpo y se funde con la calle y se funde con el viento que viene del mar y con el viento que viene de los cerros y es un murmullo de caucho en cemento swish swish dos ruedas que son alas en linea que son dos ojos que son dos lentes que son dos circulos que hacen un murmullo bajito bajito que a veces se une al murmullo de las autopistas haciendole cosquillas al murmullo de las olas del mar en las noches de ciudad liquida cerca del bar que parece un radio ya sabes que cuando me subo a mi bici somos uno y el mundo es un silencio por el que dejo mis huellas dos lineas largas largas que serpentean juguetonas entre si y que a veces se aman y que a veces se separan y a veces una gira alrededor de la otra y a veces van en orbita, asi, dice el ciriri, voy dejando mi dibujo en la city. dos piernas que son dos pedales que son dos circulos uno grande y otro mas pequeño que son otros dos circulos iguales que son dos lineas que son hermanitas que son un espiral y que son dos horizontes desenfocados.

y el ciriri se pierde amarillo cruzando un cruce de calles con los cinco sentidos y es como ver un salmon que se funde en la cascada de asfalto de las calles de ciudad liquida. H. que dice que el ciriri es un iluminado y H. que lo despide quitandose un sombrero que no tiene encima de su cabeza llena de pelos blancos porque, dice, porque al ciriri le gusta bailar con los semaforos y mantener un balance giroscopico al borde de las emergencias de la circulacion automotriz. amarillo es y un antifaz se pone y la gallina lo pone lana sube lana baja caracol caracol huele a perro seco al sol. H. le digo, H. sigamos caminando y el sigue la marcha como soldado de trapo, o de tropa, le digo y el dice que no que los trapos son mas nobles que las tropas. y al fin y al cabo somos dos tropos. H. dice que lo que hacemos por ciudad liquida es el cromotropismo y que esa es una de las maneras mas certeras de apuntalar la mano que se levanta para tirar la piedra tambien conocida por otros nombres no menos nobles. un semaforo nos para en amarillo intermitente y H.yo que nos paramos en mitad de la calle a bailar como hace el ciriri montado en su bici la pechiamarilla, listos a salir, con la paciencia bien balanceada. asi se afina la velocidad, dice H., con una quietud bien calibrada las tensiones en su punto optimo el color apropiado para la noche y la forma que han tomado las nubes y el olor que traiga la brisa de los cerros. dice que el ciriri le enseño lo del balance y la fluidez en su bici y que cromotropismo o no estamos ahi justito.
cambia la luz y el H. y yo salimos caminando de lo mas tranquilos con el impulso en la mirada. camina que camina en amarillo y para donde vamos? le pregunto al H. y el que dice aqui no importa saber algo como eso porque estamos caminando por la ciudad liquida y cuando uno hace eso seriamente esa pregunta no tiene respuesta sino que tiene respuestas o tiene una que dice vamos para donde nos lleven este par de patas o este par de ruedas o este par de ojos que susto dice H. que tantas cosas importantes vengan en pares, dice que el ciriri le ha dicho que los carros tienen cuatro llantas y las bicis dos y que por eso las bicis van mejor con el cuerpo pero venga esas son cosas del ciriri vamos para donde nos quiera llevar este laberinto y hasta donde la memoria nos de. y yo le digo a H. sera que la memoria tambien viene en pares y el dice seguro, seguro... pero que el no sabe muy bien porque ya son mas las cosas que se le han olvidado y que si tiene memoria es para acordarse de las cosas que necesite cuando se acuerde de ellas. es que yo soy memoria, dice H. aqui donde me ve, y que le creo, aqui donde estoy paradito y no soy ni RAM ni ROM ni RIM ni RUM, aunque ese ultimo me guste los domingos vacios en la capital alla al lado de los cerros comiendo obleas al lado de la iglesia, yo soy memoria viva con las electrones recorriendome la espina dorsal y yo escribo la memoria en la calles de la city cuando bailo por ahi. you know. debajo de los postes y al lado de las alcantarillas y en las esquinas que todo lo sostienen. aunque eso si en memoria no le gano a otros animales. dice H. porque la noche esta amarilla amarilla y hasta el cielo parece estar mas amarillo que de costumbre con su capota de nubes reflectivas que eso que se ve alla son las luces de la ciudad que se refractan y se reflejan y se reciclan con las emisiones de las fabricas y los carros y los seres vivos y el vapor de agua y el vapor de cemento y el vapor de mil almas dandole su linda sangre roja al "system". ciudad liquida esta viva y H. que me dice pero sigamos que la noche es joven y amarilla y tengo los pies listos y las manos sucias ya de andarlo tocando todo.

H. le digo, la he pasado de lo lindo pero decime a donde me llevas y el dice que no sabe y yo que digo pero que entonces que hacemos aca y el que me mira con esos ojos de ballena oji clara he visto todos los oceanos del mundo hasta los oceanos de tu alma he visto oceanos sin agua y oceanos dulces y las profundidades del cielo y me dice que me calle los ojos y que lo siga disfrutando asi como lo venia haciendo hace un ratito mirando el cielo amarillo que parece una copa de whiskey con nubarrones sentada en la mesa de una bruja galactica leyendo el destino. ay sirveme en la copa rota, sirveme que me destroza. y bajo el cielo alcoholico las esquinas se hinchan por estas callecitas de adoquines anaranjados y casas de balcones. se inflan como globos de cemento conspirando en geometrias antidiureticas. aqui, dice H. aqui se orino A. una vez, te acuerdas de A.? y le digo que no me acuerdo tanto que a lo mejor ni la conozco y H. me dice que voy a conocerla uno de estos dias que A. es una de esas cosas. A. dijo que estas esquinas hinchadas eran perfectas para las mujeres empezo a subirse a ellas con sus botas rosado acrilico brillante y a orinarse alli montada y mas de una vez se cayo rodando pero no le importaba porque le hacia gracia rodar por ahi y que sus botas rosado acrilico brillante se mojaran un poco con ese liquido jugeton. esa aguita, amarilla. que el amarillo nos trajo hasta aqui dijo H. y que hasta aqui llegabamos ahora, y tu que me preguntaste un millon de veces a donde era que ibamos. dijo H. poniendome la mano en el hombro. ahora vamos a caminar en otro color dijo H. y te toca escoger a ti. yo no se de que color vamos a caminar ahora le dije y el me dijo que no habia es esforzarse que habia que hacerlo con la mayor eficiencia pero con el minimo esfuerzo. entonces le dije a H. que habia un instructor flaquito en el instituto que se la pasaba diciendo que no podiamos usar la "ley del minimo esfuerzo" y H. que me dice que deje de pensar tanto en esas cosas pero que ahora que lo mencionas no hay que creer en tantas leyes para empezar que ellas son como el cuadriculado de las hojas que a veces ayuda pero que uno se puede saltar y pintarrajear cuando se le venga en gana porque no es necesario quedarse entre esas lineas. como estas calles dice H. y extiende los brazos como una lora verde con plumitas amarillas en las alas. como estas calles que son cuadritos tatuados en la cara de la tierra pero hay que pintarlas y orinarlas y caminarlas y amarlas odiarlas rodarlas pensarlas olvidarlas porque las calles son como lineas temblorosas olerlas escaparlas temerlas ay las calles son las esquirlas de la copa rota que cayeron del cielo y las gotitas de sangre, las gotitas de sangre, dice H. entonces me señala los postes de la luz y me dice que en la ciudad liquida los postes y las lineas son como rayones hechos en un film del cielo y que por eso son tan encantadores. en ciudad liquida los atardeceres sin nubes tienen postes y cuerdas y son como dibujos en el film del cielo que se degrada como tinta china azul disuelta en agua. y H. que me dice que cambio de opinion y no vamos a caminar mas en colores sino que vamos a escoger una de las lineas de cualquier poste, postes lindos, postes de madera postes de metal postes de cemento, con papeles con afiches con rayones con grapas puas que se estiran desde los andenes arboles zumbadores, y la vamos a seguir, pero con mucho cuidado eh, porque eso de caminar mirando para el cielo es tanto mas peligroso entonces yo le digo tranquilo viejo H. y el me dice tranquilo todo bien el cielo es una copa rota copa de whiskey todo bien vamos caminando por la city un poste dos postes tres postes una calle dos calles tres calles cuatro calles una esquina dos esquinas cuatro esquinas ocho esquinas. H. dice que si uno repite esquina esquina esquina esquina mientras camina suena como a espina y que la calle se vuelve como un piñon o como una piña y es amarga en el centro y dulce a los lados y si uno se come el centro muy rapido entonces se le parte la lengua. porque las esquinas son cosa seria. las esquinas son centros descentrados dice H. camina que camina mirando para arriba y con cuidado de no caerse siguiendo una de las lineas que sube y baja baja baja como una barriga como una curva que se lanza para unirse con la tierra pero que se sube otra vez con el siguiente poste y luego se amarra y se hace amasijo de lineas y H. que ve tan bien mira un rato y dice por aqui despues de desenredar el nudo en la cabeza. los postes son el pelo de la city y le seguimos el peinado caprichoso de mujer indecisa con labial oscuro. la barriga baja baja baja y uno cree que se va a tocar con la tierra pero es pura impresion de andar mirando para arriba y H. que se queda mirando un rato una cometa que se enredo de una de las lineas y cuelga triste rota y un poco libre tambien y un poco decepcionada y un poco esquelitica y un poco euforica y un poco moribunda y un poco contenta y H. dice que hasta aqui llegamos porque la pita de la cometa cae tan bonito y que su mirada se quedo ahi mirando la cometa. entonces nos sentamos en una banca muy conveniente que tiene palos de madera y es una de esas bancas que se secan tan rapido cuando llueve y estan sostenidas de unos churumbelos de metal a cada lado y que hacen tan buenas camas a veces cuando uno se quiere echar una siesta y la encuentra justo en el punto preciso donde no va a llegar un perro a lamerte la cara o algo peor a lamerte los sueños o a echarte babas de cualquier calaña. y nos sentamos los dos a mirar la cometa que ondea tan lindo al viento y nos preguntamos como llego hasta aca porque no hay parques sino edificios de uno o dos o hasta tres pisos que cosa tan extraña. debe haber volado hasta aqui, dice H. debe haberse liberado de su cuerda. cometa cometita cometa como cometita como llegaste aqui? y la cometa se bambolea despacito con el ritmo ese pegajoso del vientito suave de la noche con la musica que hace el zumbido de los postes y el murmullo de las olas del mar que se enreda perezoso al murmullo de las autopistas. y la cometa de piel de plastico sucio y esqueleto de guaduilla girando ahi despacio de un lado para otro y H. que dice que que atrapadero de cometas tan salvaje es la city que las cometas con sus ganas de libertad tan tupidas y tan llenas y tan paradojicas cometas locas cometas acometidas cometas adictas. llega un dia en que deciden que no quieren estar mas amarradas, dice H. algo amarillo y algo sucio y casi como una cuerda colgando de un poste, llega un dia en que se cansan de estar amarradas y deciden que hasta aqui llego todo hasta aqui llego el abuso hasta aqui llego la mano que me jala y me jala y me jala y me sube y me baja y me baja mas facil de lo que me sube y yo estoy aqui tan libre y la mano pesada y tonta abajo en la tierra mano de carne de sangre de hueso mano obstinada mano tirana y la cometa rompe el hilo y vuela tan libre por un rato, por unos minutos, diria uno que hay cometas que viven para ese tiempo unicamente dice H. y luego se lanzan a volar libres pero antes de caer se dan cuenta en el ultimo instante que la cuerda que las ataba tambien les daba la libertad de subir a beberse los cielos de whiskey, de revolotear en la copa esa. y la city es tan linda y tan loca y tan perra que las cometas terminan ahi colgando en otra sucia cuerda. cuerda loca cuerda perra cuerda zumbadora rayon en el vidrio ahumado de los dias. ay si yo fuera cometa dice H. si yo fuera cometa. y pone el brazo detras de la silla la city huele a madrugada a brisa del mar mezclada con plastilina. a viento de agosto la cuerdita haciendo dibujos en el cielo colgando de la cuerda mas grande el plastico de bolsa de basura pegado con cinta transparente comprado en la papeleria en rollitos chiquitos con un dispensador rojo made in china.