miércoles, noviembre 24, 2004

nada casa

eran las dos de la madrugada y yo estaba tratando de decidir que habia pasado. como siempre yo escogiendo los peores momentos para hacer las cosas. cansado y los ojos se me pegan a los parpados o son los parpados los que se caen. y claro, me siento un poco masticado y un poco como sin voz. siempre tratando de decidir las cosas entonces me voy para la sala tratando de conversar conmigo mismo. a donde he llegado,me pregunto. que paso con todo el camino recorrido. y me abrazo los pies como pensando que hago aqui justo en este instante de los tiempos bajo este techo con estas bombillas electricas y este tapete y pisos de vinilo y con un refrigerador y electrodomesticos y las maletas que me esperan en el closet como diciendo aqui no te quedas de largo. no en esta casa. porque sos una meditacion alargada por todos esos lugares que has habitado. y para ser honesto yo ya he perdido la cuenta pero cuando pienso un poco con los ojos vueltos hacia atras o hacia arriba si eso suena un poco mas sensato. cuando pienso que tengo una especie de hoja de vida de vivir aqui y alla y en este otro lugar pues digo ah, que maravilla, pero que cosa tan aspera pensar que la vida en una hoja o que tengo algo tan plano y tan soso y tan prosaico como Una Hoja de Vida. que suena como a una Hora de vida o una roja bebida. como que tengo una sangre de vivir o un listado de cosas que alguien puede agarrar entre sus dedos y juzgar por un minuto y archivar con otras hojas de vida y al mismo tiempo es encantador. hojas de vida y arboles de vida. y todas esas cosas que suenan tan burocraticas y a veces tan ocres frias que dan como una comezon en la garganta.

porque la verdad no puedo decir que he llegado muy lejos y honestamente me siento un poco vacio y sin voz y a estas alturas no puedo juzgarme muy severamente. entre el instituto y la ciudad y uno que otro dolor. es todo. y no es. hay noches en la madrugada en que como que lo ando simplificando. pero entonces abro la ventana y escucho una cancion y algo asi y la vida gana una complejidad que no tenia y entonces escribo unas frases y tengo la sensacion de que a la hora de hacerlo la complejidad se desvanece y me quedo con un puñado de frases que se caen como arena seca entre los dedos. me confieso en la pagina. y a estas alturas del texto. y del siglo y de las miradas de lectores no hay sorpresa en que los personajes se confiesen. porque ya alguien lo habra notado confesiones van y confesiones vienen y el que anda leyendo las anda buscando un poco y de eso a nadie se le echa la culpa por el contrario le decimos que con todo cariño las confesiones mas secretas estan hechas al ritmo de sus manos y sus dias y sus dolores y alegrias y estan en el formato que quieras y al precio que quieras y en la esquina mas extraña del mundo y en la mas comun que como todas las esquinas es aquella que no hemos encontrado todavia.

entonces me digo. o me dijo en verdad. autor, he soñado con una casa arquetipica en donde el sueño se confunde con sabiduria y los angulos rectos con perfeccion. una casa arquetipica en donde se mastica lentamente la vida de los que la habitan con decoraciones de animales disecados y film en blanco y negro y dientes de hierro con cemento. la casa es una entrada y tanto como la habitemos estamos en ella. pienso a veces en la casa utero y pasa de seguro y tambien pienso en la casa esquina y en la casa espina dorsal. digamos que ya no me preocupa aunque siga escribiendo una meditacion un poco ridicula y un poco en bancarrota de palabras. ya no tengo el valor, me rindo. hasta aqui llegue estoy desesperado y triste y el dolor es como una cancion que no me gusta y se repite y se repite y una y otra vez una y otra vez el dolor que se repite se convierte en algo interesante. hasta que estas seco, deshidratado de originalidad. eres un lago seco en la faz del mundo y te cubres con una casa que ni siquiera has construido, que habitas como una sombra, siempre prestando los movimientos y la presencia de quien te origina. con que valor te atreves a mostrar la cara en la faz de un mundo tan grande en donde todas las cosas tienen su propio sitio. como la escritura y los jovenes y las ciudades y quienes las habitan. todo. Todo ha sido prescrito ya y no lo digas. no te alies con las voces aquellas... entonces me doy cuenta de que estoy delirando un poco. le regalo mi delirio. aqui como sangre negra y seca en polvo de sangre instantanea, sangre de microondas. arena, sangre, polvo. asi esta hecha la casa. y un poco de delirio y una enorme dosis de miedo y posesion y proteccion.
en la casa hay una mitica del consumo y de la apropriacion y de la proteccion y de todas las relaciones. a donde hemos llegado, al nucleo de las babas del dolor de la imagen del poder del orden gepolitico. si hay un nombre radicalmente encantador. Homeless.

soy un homeless de la escritura. no tengo casa en estas cosas que escribo ni en esta lengua ni en este medio. en verdad, no tengo defensa, esta no es mi casa. soy como pez en tierra. estoy constreñido tengo tantos limites y si digo que estoy feliz lo estoy en una intermitencia de onda libre que me impide ser absolutamente resoluto. es uno de esos dilemas entre la imagen super-construida de algo y la puesta en practica real. es cuestion a veces de un dolor extra diferido. como los partidos de futbol que sucedieron ya pero que son transmitidos y muchos de los espectadores hacen lo posible por esconder la informacion del ganador para darse la sorpresa, para ver el juego con la inocencia dada. partidos en diferido. y que lindo que asi mismo la vida se como en diferido porque si la vida es como un juego de sumas a cero la que gana ya sabemos siempre quien es. muerte uno, resto del mundo cero. y asi sigue el conteo con la delicadeza de las hojas que llenan el prado en otoño. claro, muerte. otoño, que cosas tan simples. porque si uno se concentra lo suficiente entonces empieza a encontrar algo en estos cambios de tono y en estas mezclas que bueno, asi somos. como mezclas de mezclas y si uno se pone a desenredar la trama de las mezclas, pues bien, tiene una profesion. y si se pone a hacer mas enredos y a presentarlos en paquetitos bien definidos como Obras hechas entonces, pues bien, entonces tiene otra profesion. y aquello de las profesiones me suena a veces como a la posicion de los dientes en una boca. este sirve para cortar, este para desgarrar, este otro para moler y este otro no sirve para nada. entonces asi los numeramos del uno al treinta y dos. y son Tan importantes los dientes. eso no lo iba a negar nadie. y no lo iba a negar yo en especial. porque bien. a veces las cosas son como dientes y uno no tiene porque andar diciendo que son mas o menos importantes o que no son importantes. que se yo. imagino que las cosas pasan en jerarquias de lo que pasa o no pasa y hay cosas mas importantes que otras entonces las jerarquias estan definidas por sistemas complejisimos de comunicacion y esas cosas. y de impacto y de economias y de magnitud y esas cosas. y uno no puede llegar a decir que nada pasa porque eso seria como burlar un poco el orden de las cosas. o seria como quejarse un poco de la distribucion de los acontecimientos. que son aqui mas continuos y alli tienen unos ritmos mas imperceptibles como en las planicies con pueblos pequeños en donde la gente se dedica a vivir sus vidas, vidas. y se sientan a recibir a los extranjeros que son cada vez menos y han sido tan pocos por tanto tiempo y les dicen aqui nada pasa con esa candidez y se llevan una vaso de cafe a la boca despacio y miran con los ojos por encima del borde. en las planicies el ritmo de los acontecimientos es otro y esta como dado para miradas de largo alcance imagino yo y que envidia de esas miradas que envidia ser una de esas y ver y ver y ver como pasan las cosas como los valles fluctuan despacito y las nubes pasan a trescientos recuadros por segundo las sombras son apenas un titilar de fondo y el sol y la luna se mueven como pelotas en el firmamento. las casas explotan de repente como colonias de hongos y se quedan ahi cambiando de colores a veces creciendo prados alrededor y luego, al final, se quedan inmoviles y el color se va haciendo mas como el de la tierra que las rodea mas y mas hasta que se confunden del todo o son apenas una mancha en el terreno y luego apenas un relieve sutil y despues desaparecen por completo. cuanto tiempo toma todo eso? yo no se si tengo derecho a preguntarlo siquiera, pero dira usted que uno tiene derecho a preguntar cualquier cosa. y a lo mejor es cierto pero con que cara lo hago yo que veo el sol subir y bajar despacio y vivir medio dia me toma casi otro medio de descanso, o al menos un tercio como prescriben los que dicen saber de esas cosas. porque es una mirada de otro calibre pero pienso yo que el calibre de la mirada se puede ir cambiando de a poquito si uno empieza a hilar letras y palabras y frases y parrafos y a lo mejor asi, pienso yo, la mirada gana un poco de calibre como una bala y se vuelve de largo alcance. pero eso es apenas una apuesta o a lo mejor una de esas opiniones vagas. como dos hormigas que se encuentran en el camino y se dicen algo en su lengua de palabras quimicas. asi, creo yo, hay un chance de que la mirada se crezca un poco. asi le digo a usted en nuestra lengua de palabras escritas y asi usted, otra hormiga como yo, sigue caminando por ahi y le dice a otra hormiga y la mirada de las hormigas en conjunto reconoce un territorio enorme como el de una casa o hasta el de un par de casas. claro que yo no tengo ideas acerca de la manera en que las hormigas piensan todos esos lugares que recorren y si les llaman "casas" o si ellas mismas habitan una casa enorme de hormigas o casas individuales de hormigas individuales y el hormiguero seria lo que para nosotros es la ciudad. aquello es imposible, comparar esas cosas. pero en el intento de hacerlo hay una promesa de salvacion. magia y metafora y todas esas cosas de en las que uno termina pensando cuando se pone manos a a la obra a escribir alguna cosa. mas si esa cosas envuelve casas y ciudades y solo la nocion de habitar hace que la cabeza me de vueltas. y al pensarlo al lado del piano y sobre el piso de madera me da una sensacion como de gran casa vacia con el frio ese caracteristico de las casas viejas. siempre que las habito me pregunto cuanto es necesario para calentarlas en verdad. aunque ese es un frio saludable de grandes espacios y esquinas alejadas de uno. porque en otras ocasiones he habitado esos lugares en donde las esquinas estan tan tan cerca que sin saberlo me he sentido yo mismo apuntalado por cuatro esquinas, si no son mas cuando los cuartos tienen mas plieges de los que tiene un simple cubo. como cuando las columnas sobresalen un poco de los muros o cuando los armarios tienen un pasaje para acceder a ellos. porque en las esquinas llegan dos o mas planos y es alli donde resulta mas clara la linea recta que compone estos espacios. yo me he preguntado que seria de mis modos de ser y de pensar si hubiera crecido en un espacio con contornos circulares. las esquinas habrian sido totalmente distintas en naturaleza. mas bien como pequeños refugios. como insinuaciones de una caverna. como esas que solia hacer cuando era chico con sabanas y muebles y cojines. como me gustaba la curvatura de las sabanas. creo yo que en ese entonces soñaba con un techo que cayera en una curva de boveda invertida casi llegando hasta el suelo de modo que el centro de la habitacion fuera inaccesible. el techo como otra pared cercana que uno pudiera tocar y dibujar y usar para entrar en contacto sensual con el espacio. imagino que algo asi tendria tambien una presencia opresiva Tan alejada de lo que uno desea para los lugares que habita y su drama de cambio y envejecimiento.
sera que los espacios envejecen como los libros? y esta es una de esas preguntas a la ligera que hago como quien hace cualquier pregunta. una pregunta ligera que no se confunde con una pregunta que tiene una respuesta ligera. pero la respuesta. por supuesto que la respuesta es No. y tambien es Si. uno diria todas las cosas envejecen igual en cuanto al acto de envejecer se refiere. pero no todas las cosas tienen la misma vejez de hecho la vejez es siempre relativa a la capacidad de duracion de las cosas. nada nuevo dira usted. y nada nuevo asiento yo. pero levanto un libro de la mesita de al lado y al abrirlo con sus paginas amarillas el libro crea un tono para lo que contiene y yo no puedo dejar de notarlo y entonces miro la mesa y la manera en que descansa sobre el piso de madera al lado de la ventana pintada con pintura de aceite y pienso que la casa tambien tiene ese tono para la mesa. como si la casa fuera una pagina envejecida. y quiero decir al mismo tiempo. ya no como un susurro algo pasivo y lejos de ser ingenioso, no ya lo quiero decir de otra manera; el libro casa.
la palabra casa.
el vaso casa.
la letra casa.
el dolor casa.
la presencia casa.
el tiempo casa.
la movilidad casa.
el amparo casa.
la luz casa.
el negro casa.
o aquello lo podria reemplazar con otras palabras, pero dado el momento y la inclinacion del momento. y la manera en que me dejo caer sobre las manos que escriben. bien, dadas esas cosas y la disposicion del momento y las paginas que preceden y las paginas que siguen. he llegado a la conclusion de que esa es la palabra precisa. nada casa.

la luna deshidratada de la tarde

la cosa empieza con ese ritmo infeccioso del grind-core desesperado. es un sonido de metralletas verdes acribillando a un jabali gaseoso. mierda dice H. eso si suena como si le hubieran sacado el dolor a un panadero de la esquina destilado en un laboratorio de casas igualitas tristeza de estudiante de administracion de empresas camiseta negra instrumento quirurgico dibujado a lapiz en la mesa de la cafeteria. mierda dice A. eso si tiene imagen. mierda les digo, asi suena ciudad liquida cuando tiene un dolor de muelas cansada de masticar a tanto cristiano. pero no te metas con la city dice A. que es mas lo que te ha dado que lo que te ha quitado. y yo le digo que es un elogio filosofico que a mi me gusta ese ruido horroroso tenga imagen o no y que el problema tambien esta en que yo no tengo imagenes para eso. H. interviene diciendo que si la city suena asi entonces como suenan las casas y yo le digo que yo no soy el experto en casas que hay que preguntarle a A. y ella que se enrosca como un camaron en agua caliente abrazando sus botas rosado acrilico brillante. y dice A. es que hoy me siento rota y no puedo pensar en esas cosas hoy me duele una parte del cuerpo que no tengo creo que se me perdio el otro dia que estaba buscando una de esas cosas que se refunden tanto que no sabe uno que esta buscando me duele como un dedo amputado pero los cuento y los tengo todos es como una melancolia ay me duele como un perro aplastado y dice A. que estuvo hablando con el ciriri el otro dia y que el ciriri habia visto tantas cosas aplastadas en la calle que estaba andando despacito despacito en su bici la pechiamarilla tan despacio como le daban los pedales tranquilos dijo el ciriri que habia visto palomas aplastadas gatos aplastados marsupiales aplastados niños cucarachas y que habia dias en que la calle le parecia mas un cementerio que un camino y que cada que los veia pensaba que el podia estar ahi aplastado tambien o no y que eso hacia que rodara mas fluido que nunca y cosa tan seria decia A. y a lo mejor vos tenes razon y la city se la pasa masticando cosas pero que de seguro eso no sonaba tan bien.
suena. le digo. suena como una explosion atomica estirada en un canal de audio suena como un record de Mayhem tocado al reves en un turntable encantado. A. dice que si se esfuerza y lo piensa un poco las casas suenan como bosques a la hora en que cae el sol y las maderas se empiezan a encoger por el frio con esos crujidos de efecto de sonido tan cliches. pero que las casas suenan mas y mas verdaderas cuando estan siendo demolidas y cuando las casas son fantasmas siluetas de casas ahi es cuando cantan mas fuerte como gritos en los cielos alaridos bestiales de cemento vidrio madera polvo y cuando no saben muy bien que les paso por encima si fue una manada de obreros mal pagos o un terremoto o un buldozer o un plan de remodelacion urbana o un constructor pirata o un huracan. o una avenida dice H. o una avenida repite A. o un inversionista o un rio desbordado o un derrumbe. la city tambien se la pasa aplastando casas con sus dientes de buldozer y caritas tristes. dejando hilos sueltos por ahi. y entonces es cuando uno puede ir y tocarles las partes mas intimas tocarles las heridas a las casas y las impresiones que dejaron en otras casas. y quedarse en silencio para oir el alarido tosco tactil salvaje que guardan las casas en su corazon. las casas son cosas duras y a veces blanditas pero cuando estan descubiertas siempre encuentran formas de hacerte daño cortarte envenenarte rasparte hundirte de despecho y cuando estan enteras son todo lo contrario. asi son las casas, de las asperezas derivan su capacidad de proteccion. has visto que la gente necesita cascos para armarlas y para desarmarlas? y necesitan botas con puntas reforzadas como las que usan los punketos y necesitan ropa mas gruesa y manos curtidas con el color blanquecino del cemento que es como la luna deshidratada.
entonces A. respira y nos mira. y el viejo H. asiente y mira y yo hago lo mismo y la tarde se desenvuelve tranquila. y hemos estado todo el dia encerrados en una casa y afuera parece que Todo sucediera y adentro apenas se ve la luz del sol que se va y se va y se va y se escucha el murmullo de la actividad en el exterior y es como si estuvieramos esperando a que la noche llegue mientras hibernamos el dia hablando y pensando y dice A. que cuando el sol se va se siente un poco mejor porque en las noches uno siente que lo unico que se la ha perdido es el dia y todo lo demas que se le ha perdido en verdad queda un poco olvidado un poco. y H. dice que le gustan las mañanas mas que las noches aunque las noches le encantan y que nosotros estamos un poco perdidos y candidos y que por eso para nosotros la noche es lo mejor de lo mejor pero que cuando nos hagamos mas viejos la mañana veremos que la mañana.

dime H. le digo a ti no te da vertigo de que cualquier cosa podria pasar y H. dice que no es cierto aunque si es cierto aunque ya se le olvido las cosas en el olvido son las cosas en el olvido. A. dice que no me preocupe, eson son cosas para los matematicos y los estadisticos y los probalisticos y los lideres de estado y los fisicos cuanticos y que yo no soy ninguno de esos aunque tenga el corazon un poco enloquecido cuando me subo al escenario. dice A. que lo que pasa pasa y que ella no se mete en metafisicas. y se abraza las piernas con sus botas purpura vinilo brillante de punta redonda. oye A. que es lo que mas te gusta patear con tus botas? pregunta H. y A. dice que le encanta patear nubes de mosquitos y charcos de lagrimas y montañas de papel invisible pero que lo que mas le gusta patear son dibujos de casitas un cuadrado con un triangulo encima que cuando los pateas las lineas se quiebran de lo lindo y caen como gotas de lluvia desordenada y que a veces caen en montoncitos gritones que luego podes recoger y volver a pegar con un poco de pegamento o que podes usar como agujas y coserte a los lugares o que podes dejar ahi tirados para pintar encima de ellos y que queden petrificados a los recuerdos. y yo le digo oye A. donde consigues montones de casitas dibujadas al por mayor y A. dice que tiene unos contactos en el bienestar familiar que hay no se cuantos niños sin hogar como los que aparecen en television que se la pasan dibujando casitas y se las dan a cambio de que ella les haga malabares con sus botas purpura vinilo brillante y su nariz profesional de payaso. te sale barato entonces le digo, y ella dice que le costo mucho trabajo aprender a hacer malabares pero que cuando lo logro pudo comer un tiempo de hacerlo en los semaforos. seguro te veias encantadora, dijo H., y ella dijo que lo de los malabares en los semaforos habia sido antes de sus botas purpura vinilo brillante pero que si, que seguro se veia muy bien porque asi fue que conocio al ciriri que un dia se cayo de su pechiamarilla por quedarse mirandola y que fue esa la unica vez la unica vez jamas de los jamases que vio que el ciriri perdiera el balance bailando con los semaforos que hasta sin manos lo hacia a veces y que decia el ciriri, si uno aprende a bailar con los semaforos la conversacion con el resto del mobiliario urbano te sale, y te sale. en los semaforos no se ven tantas cosas aplastadas dice A. y pues a veces parecen los momentos chiquititos que se da la city en su masticadera creo yo. has visto como se pone la gente desesperada en los semaforos y todo porque la city les da una espera, un contrapunteo pero yo tambien creo que es como una provocacion como un coqueteo y como una regla de esas que alguien quiere romper todo el tiempo y asi garantiza que el Orden Orden sea.
yo no creo que la city esta tan interesada en el Orden Orden. digo y A. dice que esta de acuerdo sino miranos aqui tan conversadores en vez de estar trabajando ahi afuera en donde Todo pasa. dice A. que la city no es una sola y que hay facciones de la city que quieren el Orden Orden y otras facciones que no quieren lo contrario pero tampoco lo mismo y que esa aparecen casi Raras a las facciones que quieren el Orden Orden y que a veces se la llevan bien y a veces no. y que a veces se arman trifulcas entre unas facciones y las otras y a veces lo que se arman es fiestas y otras veces se arman tensiones. y que las tensiones no son tan terribles, a veces hasta armoniosas resultan dice A. a ver dame un ejemplo le digo yo y A. que dice que la cadena de la pechiamarilla esta en tension y que eso es una expresion de la city y que es de lo mas armonioso tambien y que me decis de la manera en que la gente camina por esos andenes repletos a veces. yo le digo que tiene un punto pero que no me convence del todo. entonces A. sonrie y H. sonrie tambien como diciendo todo bien ya van ver y yo sonrio y seguro seguro que ya vamos a ver. todo esto suena a mil motores a bombas que explotan en camara lenta al murmullo de las autopistas y las olas del mar y el caucho de las llantas contra el pavimento y al ronroneo de los gatos en tejas de barro. y H. dice que a el le suena como a un radio de onda corta sintonizado en una frecuencia del norte, una de esas serias en donde la gente habla como un oso que camina por nieve seca. H. dice que quiere dar un toque afuera ahora que el sol ha caido y que quiere una esquina vacia con marcas de grafitti en el piso y que haya un arbol y yo le digo que conozco la esquina perfecta donde antes esperaba el bus y salimos los tres y el aire fresco de la noche nos dice hola y respiramos como que estamos un poco mas vivos y un poco mas muertos como si tuvieramos menos dientes y mas ojos y al menos otro par de narices. caminamos un rato como en silencio como en espectativa y cuando llegamos la esquina donde yo esperaba el bus leyendo comics a veces y a veces escuchando musica de lobos entristecidos de los bosques de canales muertos entonces H. dice perfecto y hace que nos sentemos en el anden dandole la espalda y dice que todo en orden y saca su radio con funda de cuero negra y lo prende despacito despacito como para que no suene el CLIC que hace al prenderse y luego con la misma perillita empieza a subirle el volumen mas despacio entonces suena como si el mar se acercara a nosotros o como si estuviera en una cajita viajera y el sonido se confunde un poco con el de la esquina poco iluminada y con el del viento y los carros rabiosos en la autopista haciendo el Om meditativo de la city. y luego sube y sube y sube despacio muy despacio por un tiempo que parece infinito y cuando menos pensamos el radio de H. esta a todo volumen entonces el empieza a mover la perillita de la emisora muy despacio tambien y el sonido es como de pistolas lazer y como de ranas en temporada de lluvia y como de mensajes tirados al mar en botellas de vidrio radiales que rebotan en todas las costas vacias o no en todos los espectros y A. y yo mirando a la semioscuridad y H. atras con su toque de radio y sospecho que baila despacio y retuerce la cara en gestos con la musica de su cajita sorpresa. cara blanca. la antena extendida. orejas grandes. nariz oye que oye. y A. y yo sentados en el anden pensando un poco y con las orejas paradas escuchando los mensajes de H. esta es una esquina muerta de la city pero viva que viva en este instante y A. voltea para atras y le dice a H. con su tono tranquilo de botas violetas vinilo brillante ya ves que nos sacaste de la casa viejo H. sos el mejor.