martes, noviembre 30, 2004

inside.

me habia levantado algo tarde, era como haber llegado al dia justo cuando ya casi todo habia pasado. lenvarse tarde es como nacer; el aire ya esta contaminado y el sol ha escalado mas de un tercio en su recorrido por el cielo. pero venga huele como a mañana vacia y que dolor que dolor me estoy haciendo con cada bocanada de aire que respiro. los dias asi son como musica de cantina tocada a ritmo de grind core que es como la musica que cantarian los motores si pudieran tocar con imperfeccion de humanos, porque a veces el sentimiento es imperfeccion pero lo voy a dejar ahi porque no es un tema que me desvele. y la verdad no se muy bien que es lo que me desvela porque en definiciones estoy un poco crudo. aquello cambia todo el tiempo. H. me dijo el otro dia que yo tenia que conocer un poco el mundo y que entonces me iba a dar un trabajo. y yo me puse a conocer un poco el mundo y eso es algo en lo que a uno se le va la vida y bien, cuando H. dice unas cosas las dice con buena intencion no importan si son ciertas o no. el sabe que decir y en que momento para que te muevas pero cuando te mueves el deja que llegues hasta donde la fuerza del movimiento te lleve, y el sabe que eso es mas fuerte que cualquier cosa que haya dicho. entonces uno nunca puede estar decepcionado de H. en verdad porque a el la fuerza del movimiento tambien lo lleva de aqui para alla y eso es como ver una danza que esta guiada por la respiracion porque pone el cuerpo en riesgo el aire en riesgo y el movimiento en la linea de lo vital. porque a mi me gustan las cosas que toman el riesgo de ponerse en la linea de fuego, de caminar en la cuerda de templarse con el riesgo propio. las apuestas altas que te dejan como pasteurizado como irradiado de eletrones enloquecidos.

el instituto es todo lo contrario es masa administrativa para minimizar el riesgo. es camino probado y controlado y una forma de responsabilidad diseminada a mi no me sorprende que el instituto a veces explote en pedazos y luego sea reconstruido rapida, eficientemente. nadie ha visto porque el instituto huele a miedo y a casa desinfectada y a deseo en la linea de ensamblaje. de un modo hay que combatirlo ignorandolo. hay que combatirlo tambien activamente. aunque el institito es apenas una faccion de la mano que tira la piedra, una de sus expresiones mas visibles y organizadas.
hay dias en que me levanto pensando en esas cosas y me gustaria ver un dibujo de A. para tranquilizarme. porque no se puede vivir asi con la respiracion entrecortada y bien, A. tienen algo que te manda un shock por el sistema sensorial como si todo se detuviera por un instante entonces ries o respiras profundo o caminas distinto o hueles a tu alrededor es como un trago de jugo de limon bien perfumado con intensidad botas purpura brillante y cancion que suena en el momento justo.

me levanto y tomo un desayuno frugal y me encuentro en esta casa vacia y llena de cosas al mismo tiempo y como que la casa me refleja un poco porque el mundo refleja por igual y voy y me miro en las esquinas pero no mirando mi reflejo literal sino ese reflejo de esquina hipercubica y me veo chico mirando un televisor en las tardes vacias y luego me veo menos chico mirando una pantalla en las tardes vacias y luego me veo mirando una hojas en las tardes vacias y un balcon en las tardes vacias y me veo mirando una ausencia en las tardes vacias y la esquina me dice con su voz de eco oye f. porque no vas a mirarte a la ventana entonces yo camino hacia la ventana que mira a la calle y bien a lo lejos los carros y la gente caminando no tanta gente mas bien los arboles moviendose un poco y la ventana me dice que ahi estoy tambien y que no he aprendido nada la ventana me habla con su crujido de marco tieso y sus vidrios enpolvados. y me detengo a pensar en el sofa de la sala y si miro alrededor esta no es mi casa porque alguien cambio los muebles y las paredes no tienen la pintura de siempre y hay unos juguetes tirados en el umbral de la cocina y me doy cuenta de que me equivoque de casa y he entrado a una a la que no pertenezco y sus memorias resuenan como trazos electricos por la piel de colores esta casa esta llena y esta vacia y me habla con voz de crujidos lentos y paciencia de objetos. y lamparas traidas de lugares en los que no he estado iluminando esos espacios en los que no he dormido en las tardes cuando el sol cae ni he tomado chocolate ni he escondido notas ni goma de mascar debajo de las mesas. entonces me digo, tienes que salir de esta casa cuanto antes. tomo el corredor que va a la puerta principal y la casa se cierra como un caracol y el corredor da una curva perfecta con el guardaescobas bien alineado y me saca a otra habitacion grande y entapetada con muebles tapizados en rosa y un par de candelabros viejos que no combinan y la mesita de centro esta llena de retratos que se ven familiares pero que no reconozco, las caras grotescas y verdaderas como esas que uno ve cuando monta en el bus de la ciudad de los angeles. los retratos me miran desde su vacio congelado desde su familiaridad desesperada en rosa claro estamos tan solos y solo tenemos estas memorias colgadas en la mesa las exhibimos con nuestras ojeras y pupilas opacas de tanto trabajar y sufrir y dolor y familia y muerte y hastio. me siento a mirarlos en el sofa endurecido y tomo uno por uno los retratos mirando solo los ojos y se me ocurre que eso he de hacer entonces tomo el corredor que da a la cocina y busco unas tijeras en el cajon y las encuentro y vuelvo a la sala a recortar a todos estos desconocidos familiares. recorto los ojos en rectangulitos y los pongo en donde estaban antes con el fondo color carton de los marcos y escondo el resto de la foto bajo el tapete y al final tengo ojos y ojos y ojos que me miran mas vacios tristes y desesperados desde esos rectangulitos que parecen planos de sus habitaciones que parecen sus propios cuerpos rigidos y angulados de vivir y pulirse a diario con el asfalto de la calle y el plano de los escritorios. camino a hasta la ventana y afuera los cables de la luz con sus curvas delicadas y sus masas de cables en los postes como dibujos en tinta china contra el cielo de colores degradados. son masas pero son livianas pero son notas musicales son los trazos de la comunicacion y de la iluminacion y de la proteccion y como se balancean con ese ritmo delicado con ese heroismo fluido y no son arboles pero casi tan fuertes y algunos fueron arboles ahora reencarnados. si sigo las lineas con los ojos son hipnoticos son sagrados y estan afuera. luego me digo, voy a salir a abrazarlos, esas puas bien pensadas de la calle, y tomo la salida que da a la puerta principal y la puerta no se abre y le doy golpes y nadie escucha porque es una de esas tardes. y me doy al estar encerrado. y la casa me guarda para si entonces tomo las escaleras al segundo piso y me siento en la estancia en la mitad sobre el suelo frio y alli donde los planos se rompen a la vista siento que la casa me abraza con un cariño de madre y con una resistencia de madre que me conmueve y me aterra al mismo tiempo y me repugna un poco mas. y voy al segundo piso donde estan los muebles de cuero blanco con patas de madera de palma y ellos me sostienen con su fidelidad cruda por un rato.
en donde estoy? esta no es mi casa y ahora me adopta a puertas cerradas. los objetos me miran ominosos complices del edificio. conspiran con sus posturas quietas pero casi puedo oir los susurros y la manera en que se miran de reojo como disimulando para que no los note pero perfectamente conscientes de su charla. no estoy asustado no estoy asustado no estoy asustado. los cuadros se han caido de las paredes y pienso esto no es algo como lo que sucederia en mi casa original. los cuadros estan reclinados como descansando placidamente sobre el plano y de una manera esta es una casa de cuadros felices. muebles bien acomodados. puertas satisfechas. bien, pienso, si no puedo salir voy a dar un paseo. llego al balconcito del segundo piso y la puerta se abre facilmente, una puerta metalica con aldabas de hierro que hace un ruido tembloroso cuando la abres sus vidrios vibrando contra el marco metalico pegado con masilla negra. el balcon da a un arbol de almendras que llora sus ojas marchitas constantemente, hojas verdes translucidas parece una lampara verde amarillenta. contemplo la posibilidad de saltar afuera por el balcon o tal vez escalar por el arbol pero las ramas mas cercanas son demasiado delgadas y la caida a un anden en mal estado entonces me apoyo en la baranda como quien descansa como quien solo mira a la calle con ojos inocentes en una de esas tardes y el sol cae cae despacio las sombras se hacen mas largas y yo soy una sombra que se estira en el piso del balcon entrando diagonal a la habitacion con libros en unos estantes de madera porque esta no es una habitacion tan sola como parece. soy sombra languida sombra sin color solo sombra y estoy alli tan tranquilo, nadie pasa por la calle quebradiza y yo me pongo a recordar esos dias que pase fuera de la ciudad comiendo mandarinas todos los dias todas las tardes todas las horas iba a coger mandarinas de unos arboles bajitos y amables que me sonreian voluptuosos y yo les decia gracias arboles y salia con mi tesoro de mandarinas color mandarina en las manos y ellas me despertaban con su sabor acido y terrestre no como las mandarinas dulces complacientes que vendian en el supermercado sino mandarinas de la tierra con fuerza citrica con temblor de mandarina y puas en las ramas. colgando del balcon de la casa como mandarina acida imagine que la casa me estaba dejando ir a estas alturas entonces entre a la habitacion y mire los libros con el afan de quien mira libros porque busca algo sin saberlo entregado a la desesperanza porque si esta alli en esos libros a lo mejor lo va a pasar por alto y si esta alli entonces va a estar alli por siempre pero buscas como busca un ciego nuevo en una habitacion sin paredes. pase por todos los titulos y por los lomos con mil tamaños distintos y colores diluidos por el polvo y no tome ningun libro porque estaban alli tan compactos, tan fundidos con la casa que no queria profanarlos con sus paginas todas juntas y tupidas de letras pero los toque, pase los dedos por las hileras de lomos y por el relieve de hojas disparejas y los libros se sentian como una reja encarcelando tantas cosas entoces sali de la prision hacia la cocina era una cocina fria y entristecida asi que segui hasta el sotano que estaba lleno de cosas como una panza satisfecha y tenia los baldosines humedos y tibios como si algo estuviera empollando la casa asentada en ese espacio. y tome las escaleras hacia arriba otra vez llegando al corredor central que esta vez se veia telescopico proyectandose hacia afuera y la puerta de la entrada con su curva en la parte superior se veia liviana, blanda, casi penetrable. entonces camine despacio pensando, si lo hago con suficiente paciencia, si camino como en una carrera inversa donde el que llegue de ultimo es el ganador, asi, asi sin querer salir desesperadamente a lo mejor engaño a esta casa posesiva a esta casa encapsulada. entonces empece a dar unos pasos lentos, pasos musicales y me movia como una marea consciente de su ritmo y lenta lenta como persiguiendo los movimientos de un cuerpo celeste y los brazos se movian despacio tambien y la mirada se hizo fiera y fue encantador porque senti las corrientes de viento que recorrian la casa con el placer de duendes traviesos moviendo papeles sutilmente uno alli y otro aca. como en una tarde vacia y solo por su propio gusto porque estas corrientes parecian pensar en la delicadeza de mover los papeles olvidados en un escritorio justo a esa hora de la tarde en que el sol se retiraba como un tentaculo asustado. eran corrientes sensibles. y senti la luz rebotando en las paredes y el polvo empecinado y la rivalidad entre las columnas y las vigas y la manera en que los pasos de los habitantes iban dejando un surco por donde mas transitaban y ese reflejo blanco, ese reflejo encantador en las baldosas semibrillantes que parecia un reflejo lejano como un lago fantasmal en la mismisima superficie de la casa.

justo en el umbral de la puerta todas las tensiones se encuentran y la sensibilidad se hace imposible. en el umbral encuentro una electricidad extraña como de mar picado como de lomo nervioso y me detengo los pies en carne viva me detengo como se detiene una lagrima a media mejilla y escucho solo el ruido de la casa que es un canto de ballena distante un zumbido electrodomestico y siento una casa que se comunica a traves de los siglos y a traves de las lineas telefonicas y los pasos de sus antiguos habitantes y los sueños de los que han dormido bajo su techo. y es la casa tambien en su capricho de casa que muere cada vez que alguien la deja y es la casa tambien en su tristeza de casa la que llora cada vez que ella obliga que alguien se mueva o se detenga porque la casa lamenta tambien su propia tirania de muros y columnas y puertas y techos y ventanas.


radioNada

habia un globo plateado en el cielo. solo unas cuantas estrellas. era luna llena y la city estaba brillando con su textura de transistor H. y yo caminabamos por la calle. si afuera. no era tan raro que nos encontraramos afuera oliendo el aire de la noche. una de las cosas que mas me gustaba hacer con H. era contar gatos. hoy la cuenta estaba en 18. gatos en los parqueaderos gatos en las puertas gatos en las ventanas gatos en los techos gatos suavizando el aspero-calle con el suave pelaje patas acolchonadas pasitos cuidadosos uñas retractiles ahora me ves ahora no me ves. si hay algo que les gusta a los gatos, decia H., es hacerse ver en buenos encuadres. los gatos tienen un refinadisimo sentido de la composicion y toman en cuenta cada elemento grafico que los rodea para dejarse ver. salir a contar gatos con H. era una clase de teatro-danza-coreografia-curaduria felina. y claro no era como si solo salieramos a contar gatos, estabamos afuera y ya y habia caminatas que empezaban de una manera y seguian de otra y un recuerdo llevaba al otro un una calle desembocaba en otra y bien, a veces caminar es caminar es caminar y la city es un laberinto sin entradas ni salidas. aunque H. sostenia que habia gatos dedicados a marcar las entradas y las salidas del laberinto de la city, o por lo menos a pasarsela a su alrededor cuando podian porque no todos los gatos estan tan desocupados como uno pensaria. -otro gato adornando la ventana de una casa de dos pisos y techo triangular con una luz suave de fondo y las cortinas cayendo a los lados enmarcando al gato en un triangulito menor.- H. decia que esa noche tenia el sonido de las noches de domingo cuando era niño que es un sonido tranquilo un zumbido que se confunde con el viento como diciendo aqui nada pasa todo esta por suceder uno de esos sonidos vacios que parecen cargar los fantasmas de la actividad de los dias el sonido de las grietas de los muros mezclado con el viento del mar chocando contra los edificios pasando por las puertas entreabiertas y haciendo que las ventanas hechas de varias piezas de vidrio horizontales como rejillas moviles aullen como lobos tristes en canales de television muertos. por supuesto cuando la noche es asi y el viento hace esas cosas uno tiene algo de frio aunque sea una noche de verano porque asi es el modo en que sucede, es el frio que sabe situarse a veces como los gatos. manos en los bolsillos H. y yo bajando por la avenida del siete en un silencio contemplativo ojos abiertos. -otro gato voltea la cabeza y nos mira desde la parte de abajo de unas escalinatas, solo medio cuerpo visible saliendo de las enredaderas ojos amarillo brillantes pupilas negras enormes gato negro con pecho y patitas blancas. H. y yo tomamos las escalinatas y el gato pasa por le pequeña apertura y desaparece como el texto detras de la guia en una maquina de escribir.- le digo a H. que si no se siente como para dar un toque en las escalinatas y me dice que hoy no se siente como para dar un toque en las escalinatas que esta muy concentrado con la noche y que seria un poco exagerado ya intentarlo. entonces me dice que se acaba de acordar de A. una vez que estuvo orinando en estas mismas escalinatas de cemento y que ella misma habia tallado un poco la ruta que queria que siguiera el charquito y H. me mostro que aqui y alla las escaleras tenian unas muesquitas muy sutiles para trazarla. el dia que A. estuvo orinando aqui teniamos que tomar una foto para la postal de una galeria, decia H., y A. se tomo muchos litros de agua para orinar lo suficiente. primero ensayamos con solo agua para que la ruta quedara bien dibujada en unos tres o cuatro pasos de las escaleras, para que hubiera una linea alli otra alli y otra alli H. señalaba con el dedo y la foto estaba tomada desde abajo y asi otra escalera quedaba dibujada en la escalera con el liquido. luego esperamos a que se secara el agua y luego A. orino y fue lindo verlo suceder era como si la orina estuviera quemando un plano quebrado sobre el plano quebrado de las escalinatas. pero luego A. vio todas las fotos en blanco y negro y dijo que eran demasiado bonitas y terminaron archivadas por bonitas decia A. que no queria algo tan limpio y que las sombras estaban demasiado perfectas y que parecia una de esas fotos que alguien pondria en un libro de arte que cosa tan aspera dijo A. y H. dijo que hasta cierto le parecia pero que se quedo con la imagen en la cabeza que se repetia como una animacion una y otra vez cada que pasaba por alli o cuando se acordaba y la lluvia bajaba por las escaleras y el pensaba que nunca lo hacia tan perfecta porque el animo de la lluvia era otro aunque A. dijera que eran los angeles orinando desde el cielo consagrandonos a todos con la orina bendita. puro gesto de macho, decia A., porque para ella dios y los angeles y el cielo eran una manada de machos perdidos pateticos.

las escalinatas nos dejaron en una calle totalmente irregular en donde los arboles estaban dedicados a levantar el suelo con las raices. era una calle ondulada y quebradiza como una galleta de sal gris cemento azul asfalto cafe tierra seca. era una calle en donde las grietas eran como raices en negativo. al fondo, la city con su sembrado de luces. H. dijo que tenia curiosidad de ver otras escalinatas y seguimos caminando atravezando calles y subiendo por la loma, atravesamos la calle del descanso en donde las casas estan hechas en todas direcciones porque aqui entre las montañas las calles no siguen niguna rejilla conocida sino que serpentean por ahi como si estuvieran esquivando todo a su paso o como si fueran rios caprichosos y rotos, rompidos como decia cuando era chico. alli vimos a un gato acostado en un muro que habia sido pintado varias veces para borrar grafittis y parecia un cuadro de rothko incidentalizado en gris pintura no me pintes mas pintame encima pintame mas como un borrador capa de pintura tras capa de pintura y el gato alli diciendo aqui pongo la curva de mi lomo y las puntas de mis orejas grises para que contrasten con los rectangulos de los ladrillos y los parches estos. es el gato numero 21 dijo H. que gato tan cool con su pose de esfinge y cuando dijimos eso el gato salto detras del muro como un gato paracaidista y lo ultimo que vimos fue la cola estirada para ganar balance señalando hacia la luna.

de las lomas de la calle del descanso empezamos a bajar hacia la calle del atardecer que por alli tiene un aire curvilineo y montañoso y la gente camina por los andenes con zapatos de punta blanca redonda y camisetas y pelos de colores y se puede comer por ahi. antes de llegar vimos a un gato gris parado al lado de un hidrante amarillo y H. dijo que cosa tan rara un gato parado al lado de un hidrante y cuando lo miramos el gato se quedo mirando tambien con sus ojos amarillos como antenas parabolicas y luego salio corriendo unos metros hacia un callejon y se quedo mirandonos otra vez entonces H. dijo que nos estaba invitando y caminamos detras del gato gris que se daba trotes cada vez mas largos y del callejon paso a otras escalinatas y de las escalinatas a una calle pequeña llena de arboles y de la calle pequeña llena de arboles entro a un callejon sin pavimentar con el suelo de piedrillas y tierra con un par de surcos hechos por las llantas de los carros y una franja de pasto en la mitad y luego llego a una calle de esas que parecen pintadas en un programa de computador. y lo seguiamos H. y yo cada vez mas curiosos y un poco perdidos y el gato gris iba cada vez mas rapido pero nos esperaba haciendo contacto visual y cuando nos veia se pegaba otro trote ritmico a veces como una flecha a veces como un titere que era uno de esos gatos versatiles. y cuando menos pensamos estabamos a la entrada de una casa con la fachada llena de rectangulos, una fachada simple pero estilizada y H. me dijo que esa parecia la casa de un arquitecto y yo le dije que la verdad no sabia mucho de los arquitectos y H. me dijo que el tampoco pero que esta casa le parecia la de un arquitecto porque tenia un algo como de pincelada hecha por mano demasiado entrenenada y porque habia una rigidez de pixel que le intrigaba un poco. como una pantalla perfumada haciendo un zumbido retro, dijo H. y el gato entro por una abertura lateral que parecia el jardin y yo que le digo H. porque no entramos y el dice pues asi sea y nos paramos delante de la puerta, respiramos, nos miramos el uno al otro y dimos un par de golpes timidos. esperamos y se oyeron pasos adentro y esperamos un poco mas y habia un suspenso de noche de domingo y zumbido de poste de luz que nos recorria el cuerpo como un hormigueo distante. y esperamos y esperamos y yo le dije H. mejor vamonos y el me dijo que ya habiamos llegado hasta aca y que habia que continuar y yo le dije vale entonces H. volvio a tocar la puerta con un poco mas de firmeza toc toc toc pero sin ser muy agresivo H. era de lo mas cuidadoso con sus maneras de tocar la puerta aunque lo hiciera parecer de lo mas casual. y entonces alguien abrio la puerta no muy despacio pero tampoco muy rapido con ese ritmo que tiene la gente que abre la puerta como esperando una sorpresa y que sorpresa nos dimos entonces.

ahi estaba un poco el mismo un poco distinto cecil! grite y el dijo pero que sorpresa! y H. miraba de un lado para otro, que cosa tan rara dijo y ese gato de donde salio y cecil dijo que andaba por ahi y que el le daba comida de vez en cuando, pero que has hecho todo este tiempo y cecil dijo que silencio con su antigua mirada pero mas sabia y nos hizo pasar. y nos dio un abrazo. viejo H. dijo cecil no pense que te iba a volver a ver y H. dijo no me has vuelto a ver ni yo te he visto todo esto no tiene que ver con el pasado y cecil dijo vale asi es y entonces se sento en un cubo de madera que habia puesto a la entrada de la cocina y nos dijo que habia encontrado esta casa vacia y nos hizo sentar en unos cubos mas pequeños que seguian por la pared.

el espacio no parecia espacio. cecil nos conto que la casa no era suya, que no sabia muy bien de quien era pero llevaba abandonada mucho tiempo y el la habia ocupado asi sin mas. hay muchas asi en todas partes, como si la ciudad se permitiera unos bolsillos vacios, dijo cecil. entonces habia decidido empezar a modificarla con cosas que habia encontrado por ahi. primero empece con el techo, pegando sillas y mesas y cajas como para hacerlo un reflejo opuesto pero rapidamente descubri que era como un efecto vacio entonces segui llenandolo y se convirtio en reflejo de una ciudad y luego en geografia y en textura y H. y yo miramos al techo y era como si se hubiera empezado a derretir en mil formas pegadas unas de las otras. era parte basurero parte tienda de segundas y parte collage de primer vistazo pero luego uno descubria que cecil lo habia hecho con muchisimo cuidado. habia una silla toda cubierta de ojos de muñecos, me tomo meses recolectar todos los ojos dijo cecil. habia una mesita individual colgando de una pata totalmente forrada en etiquetas de productos para la cocina. dijo que esta casa habia crecido como su version de la Merzbow aqui en ciudad liquida. que maravilloso dijo H. que maravilloso dije yo y cecil sonrio como nunca lo habia visto sonreir entonces nos invito a la cocina porque, dijo cecil, la cocina es como el corazon de las casas y quiero que estemos ahi y la cocina era funcional pero estaba llena de cosas que parecian corazones. y no corazones como los que dibujan en los arboles sino corazones con forma de corazon anatomico y con forma de puño y tallados en madera y corazones de plastico en algun lugar alcance a ver un frasco de vidrio verde lleno de corazones de gallina, parecian corazones mentolados, corazones recortados de cartillas educativas, corazones secos, corazones de plomo. cecil puso una tetera en una hornilla de gas que habia improvisado y nos pregunto si queriamos un poco de te por supuesto dijimos y cecil dijo que tenia un te sorpresa que el mismo habia mezclado con menta fresca que habia conseguido en un jardin cercano y lo preparo con otras especias en una tetera chiquita pero pesada y lo sirvio en vasitos pequeños para te y cada vez que H. o yo terminabamos de tomar de nuestro vasito cecil lo volvia a llenar con te de menta delicioso y el vapor salia por el pico de la tetera y se mezclaba rapidamente con la cocina llena de corazones, corazones rotos, corazones enteros, corazones pintados, corazones de azucar. cecil nos conto que eventualmente iba a tener que abandonar la casa porque el iba creando espacios en la misma medida en que los destruia o los cubria por completo con otros espacios y nos mostro el cuartito de la despensa y estaba tan lleno de cosas pegadas entre si con tornillos cables y pegamento, imanes, cuerdas y equilibrios que solo habia espacio en el centro como para observarlo y cecil dijo que ese era como un modelo de lo que le estaba pasando al resto de la casa. arqueologia invertida dijo cecil, la casa esta creciendo de adentro para adentro. H. y yo nos miramos maravillados y los dos pensamos que esto le encantaria a A. y le dijimos cecil has pensado en exhibirlo y cecil puso su mirada de gato intrigado y dijo exhibirlo como. y nosotros le dijimos pues como arte, ya sabes, Arte. y cecil dijo que no sabia porque ya a estas alturas habia estratificado una buena cantidad de memorias en la casa como para que fuera demasiado extraño exhibirlas, ademas, dijo. no es mi casa, yo solo me la encontre como quien se encuentra una caja de carton tirada por ahi. y yo le dijimos que no habia problema con eso que si habia algo con el arte arte eran las cosas encontradas por ahi. hasta las obras mas viejas han sido cosas encontradas por ahi dijo H. y yo asenti pensando que cosa tan rara pensar que, por ejemplo, los frescos de las iglesias habian sido encontrados por ahi como si dios hubiera sido encontrado por ahi o algo asi y pense que no sabia cual era el arte mas viejo de todas maneras y H. dijo que no me preocupara por esas cosas que el mas viejo y el mas nuevo siempre se nos van a escapar, por fortuna dijo H. sorbiendo su te de menta.

cecil nos invito a dar un recorrido por la casa y salio por la puerta de la cocina a la sala que no tenia ningun tema en particular a estas alturas. muebles de madera recortados y pegados uno sobre otro hacian un arco que iba de una esquina a otra. esa era la forma mas notable. habia una coleccion de televisores con muñecos de plastico que crecian de la pantalla, ocupaban toda una pared de la sala aunque en el suelo ya habian empezado a crecer otros objetos.

una de las habitacines habia sido completamente sellada con cajas de cintas de videocassete y de discos compactos y de cosas por el estilo y se podia ver a travez de un visor. el cuarto al otro lado estaba vacio. era como mirar al interior de la mente. cecil dijo que este cuarto le gustaba en particular, las arañas ya se lo han tomado, ahora todas las esquinas estan rodeadas de telarañas como si ellas hubieran decidido tejer la redondez alrededor de las aristas. H. dijo que cosa tan seria las arañas y yo dije que cosa tan seria las arañas y cecil asintio con su sonrisa renovada entonces seguimos caminando por la casa que parecia cada vez mas llena de sorpresas como algo que habia sido destruido y reconstruido otra vez. que piensas hacer con el exterior dijo H. y cecil dijo que no queria llamar mucho la atencion asi que lo pensaba dejar asi. era una casa desdoblada. la habitacion que mas me gusto habia sido tupida con objetos y luego todo habia sido pintado de negro, me encontre la pintura en la calle, dijo cecil. la calle es como una despensa de sorpresas es como el mar que te da tanto si lo respetas y tambien te puede matar que raro que tengamos el mar tan cerca y hayamos puesto los ojos en la city, como si la city compitiera un poco con esa vastedad haciendose vasta, enorme inaprenhensible en pliegues.
era raro que la casa que cecil habia encontrado no tenia un olor definido. no olia a viejo casa ni a rancio casa ni a casa habitada. era mas bien como un olor frio un poco como el olor del te de menta mezclado con la brisa del mar con pasto seco con ventanas blancas abiertas a la madrugada cool. cecil dijo que esta Merzbau suya era un intento por aprender a plegar a la manera en que la ciudad estaba plegada. plegar en su forma pura. y H. dijo que en la ciudad aquello pasaba asi como pasaba el viento y como pasaban los dias que era una cosa que nadie obligaba y nadie aprendia que estaba tejida en la tela del mundo y cecil dijo que si uno escuchaba y observaba con atencion algo se podia aprender.

esta casa de cecil estaba totalmente patas arriba. o mejor, habia crecido patas por todas partes. uno podria habitarla de mil maneras aunque parecia una casa inhabitable. era en verdad como el reflejo de una ciudad, era como una maqueta multidimensional, al mismo tiempo de la ciudad y al mismo tiempo de cecil y de su vida y su mente y sus preocupaciones. la casa te hacia pensar asi si la ciudad no era tambien el reflejo de la mente de otra entidad mas grande y suds habitantes las partes funcionales del proceso de pensamiento de esa entidad. como una tabla de circuitos o una red de neuronas o alguna de esas viejas comparaciones.

en la habitacion mas grande cecil habia dispuesto todos los objetos para que apuntaran al centro, parecia el interior de un huevo espinado o una de esas burbujas de cristales. la casa era un pequeño arrecife de coral que habia crecido puertas adentro.

H. dijo que la luna ya se estaba ocultando y saco su radio forrado en cuero de un bolsillo. cecil lo miro sorprendido y H. le pregunto cual era el mejor lugar para tocar una cancion. cecil nos condujo al atico en donde habia una escalera para subir al techo. el techo era plano y desde alli se podia ver la loma en donde estaba la casa y el sembrado electrico de la ciudad al amanecer con su aliento de madrugada pintada de plata. entonces H. prendio su radio y lo dejo sintonizado en un solo lugar en donde no habia emisora sino el ruido blanco de una frecuencia inutilizada y lo dejo sobre el piso apuntando hacia la ciudad. H. dijo que esta era una balada y que esta casa era el mejor lugar para dedicarla a la city. entonces se sento con nosotros y dejo por su cuenta al rectangulo del radio sobre la linea del techo cantando su balada plana a las calles. luna gris. seis ojos me duele el silencio nada pasa en este radio en donde Todo se oye.