sábado, noviembre 20, 2004

this is the end

ya lo habia advertido. no salida no hay salida. todo esto es un trip color de diente en la bocaza del mundo. estamos rotos y robados. yo les dije y todo con mi carota de no se que pasa con este hijo de puta con el puño al aire.
como revienta el mundo. todo en show de fuegos faciales y alaridos artificiales. todos desesperados, porque no hubo tiempo de detenerlo. y yo, caminando hacia el mar con la mente en todas direcciones como una estrella, como un sol de mil puntas euforico y lleno de terror al mismo tiempo.

como describirlo?

las paredes cobrando vida. y los suelos en ebullicion.
cecil esta feliz aunque tenia una cara de plancha de cemento. pero yo me daba cuenta por sus ojos brillantes. cecil brillaba como lobo en caceria.
estabamos en la clase de la mañana y el tiempo iba a su velocidad minima de costumbre, a lo mejor, pensaba yo, no podria ir mas despacio que esto. era como babas en un desierto. blancas espumosas. yo miraba alrededor a ver si pescaba algo con la mirada, algo que me quitara de la mente la quietud y el tedio y el peso de estar alli. el tiempo se hacia mas fatal y mas dificil sentadote alli en la mesita individual del salon. y sorpresa. sorpresa que con la mirada capte un temblorcillo en el marco de la ventana. y yo que pienso, no, es que me estoy quedando dormido y los parpados y el sueño me estan haciendo las jugadas. que a veces las clases eran tan densas que uno podia dormir con los ojos abiertos pero aquello tomaba practica en verdad dormir con las ventanitas del alma de par en par. a lo mejor mas de una vez lo hice y mas de una cosa que no queria saber me llego hasta lo mas profundo sin que yo quisiera. pero todo en el instituto era como un riesgo, quien esta engañando a quien era la pregunta.
entoces el temblorcillo se extendio un poco a la pared y un poco al techo y nadie parecia notarlo al principio. y asi pasaron minutos enteros y yo en un estado de sorpresa silenciosa pero se podia sentir en las entrañas que las cosas se estaban moviendo. pero luego se hizo tan fuerte. se hizo mas y mas y mas fuerte aunque nada se caia y era mas bien como un temblor tan fino que se parecia a tener los ojos desenfocados. como si las paredes y pisos y puertas y marcos y mesitas fuerna como un gas de colores listo a tomar cualquier otra forma.
el instructor que sostenia la clase del momento era un personaje alargado. largo. esqueletico. con sus pantalones y camisa bien aplanchados y su bigote juiciosamente pulido cada mañana. el instructor, venga, el instructor que olia a alcohol antiseptico y gasa limpia con queso rancio empezo a sudar y las gafas se le deslizaban por la nariz mintras iba de aqui para alla como intentando mantener la calma y no perder el control de todos nosotros. el control finisimo de mantenernos ahi sentados mirando con cara estupida. que no era tanto un control como una calma con estado de sorpresa adormecido. y el que se empujaba las gafas de vuelta a su posicion normal con el dedo indice a cada tres pasos y aquello le daba un aspecto como de que estuviera pensando aunque ese no fuera el caso. porque despues de una, dos, tres, cuatro idas y venidas decidio abrir el gabinete detras de su escritorio y prender el televisorcillo con circuito cerrado que habian instalado en el instituto para adoctrinarnos en las mañanas de todos los santos dias. y claro, en la pantalla que se prendio como una vela se apaga, pero en reversa, alli estaba La Cabeza con sus lentes pesados y la corbata de siempre. con la postura rigidisima y fondo azul. era usual que la cabeza solo apareciera en la pantalla, y ocasionalmente dando paseos por las instalaciones acompañado de alguno de los mandos menores. pero uno no podia negar que habia un aire de autoridad en La Cabeza y sin embargo hacia lo posible por ganarse una forma de simpatia gris de quienes estaban a su alrededor. La Cabeza era temible y adorable al mismo tiempo y eso lo hacia mas temible. no se llamaba La Cabeza pero habiamos terminado por llamarlo asi ya que era su parte mas prominente. tenia influencia en los niveles mas altos de la toma de desiciones y tenia acceso a muchos canales. La Cabeza estaba en las noticias. tenia una debilidad por las situaciones perfectamente ordenadas y esa cualidad de las cosas se extendia a todo su perimetro de influencia.

esta vez La Cabeza se veia peturbada en la pantalla. habia una aureola de incertidumbre que lo rodeaba y hasta las gafas estaban un opacas por el vapor. estaba hablando rapidamente pidiendo que todos conservaran sus posiciones. el instructor, por supuesto, se quedo inmovil recibiendo las instrucciones de la pantallita pero para otros dentro del cuarto era casi imposible. las paredes gaseosas eran un espectaculo mayor que el manojo de pixeles desesperados en la ventanita del televisor. cecil permanecia sentado con su cara cada vez mas relajada y la mirada plantada en el infinito. cecil miraba mas alla de la habitacion, mas alla de todos los edificios, mas alla de si mismo. todo temblaba cada vez mas rapido. la verdad yo no sabia que hacer. empece a palpar el piso y las manos se hundian unos milimetros como si estuviera tocando una nube. las lineas que separaban los cuadros de las baldosas eran cada vez mas gruesas como si hubieran crecido un poco de pelaje. un pelaje muy fino como el de los muñecos sinteticos. me puse de pie y empece a caminar por el salon y ya casi nadie estaba observando en realidad. todos parecian absortos en el televisor con las nuevas instrucciones de La Cabeza,habian empezado a seguirlas como unico recurso, eran algunos de los Buenos Movimientos pero hechos a mayor velocidad. otros, unos pocos en verdad, habian empezado a ignorar los movimientos por completo y se dedicaban a explorar la habitacion como si fuera un objeto extraño recien materializado en frente de sus ojos. y lo era. era un sueño. cecil se levanto y se puso a mi lado:
"llego el momento" dijo "hasta aqui llegan las cosas como las habiamos concebido".
"dime cecil, dime que esta pasando en verdad!"
"bueno. eso no lo se. pero algo se acaba. estoy claro con eso. lo unico que nos queda es observar y caminar."
cecil me agarro de la mano y me hizo caminar afuera del salon que parecia una mezcla de una sala de aerobicos con un pabellon de enfermos mentales. si no era las dos cosas a la vez.
"pero no podemos irnos asi nada mas cecil. la clase, el tiempo. el instructor..." estaba balbuceando aunque eso no estuviera en mi mente. cecil lo sabia y siguio como si nada. al abrir la puerta todo se hizo un poco mas claro. aunque la puerta misma era como un colchon etereo. una vez en el pasillo empezamos a caminar y vimos las mismas escenas en las otras habitaciones. algunos seguian las instrucciones en el televisor que ya tenian un conteo bien definido como si todo hubiera regresado a la normalidad...
Y UNO, Y DOS, Y TRES. Y UNO, Y DOS, Y TRES... una voz clara y plana y autoritaria sostenia el ritmo monotono mientras se escuchaban algunos gritos de sorpresa, risas, y objetos cayendo. algunas de las campanas que servian para avisarnos los momentos precisos del dia sonaban sin ton ni son una y otra vez. cecil se detuvo al final del pasillo donde empezaban las escaleras para llegar al primer piso.
"en las escaleras hay una salida. asi que hay que tener cuidado." antes de que cecil terminara de advertirme yo ya habia visto la forma que habian tomado. dejaron de ser la continuidad homogenea que eran antes y habian tomado las formas mas caprichosas. algunas eran mas grandes de lo normal, y en algunos tramos se habian empequeñecido formando ondulaciones. aunque tenian esas formas eran tan solidas como siempre. no era como si se hubieran esfumado por completo, pero se habian transformado definitivamente. bajamos cuidadosamente y fue como recorrer un terreno dificil que requeria toda la atencion, pero no habia anhelo de terminarlo. cuando llegamos al primer piso casi le digo a cecil que lo intentaramos otra vez pero el estaba decidido a seguir. me lo dijo con su mirada.
para ese entonces la calidad gaseosa de las cosas habia pasado. ahora los edificios parecian blandos en la superficie pero se sostenian de pie.
"acaba de pasar la primera parte. las cosas se sacuden primero. con un temblor muy fino, muy muy fino. lo he estado observando. no es la primera vez que sucede"
"de que hablas cecil?"
"luego aprovechan la soltura y la confusion inicial para tomar una nueva estructura."
"pero las escaleras ya habian cambiado cecil..."
"las escaleras son zonas especialmente abiertas, pero aun alli no creo que las hallamos visto en su forma final."
"no entiendo cecil, como sabes todo esto?"
"he observado.y supe que habia planes de reformar las cosas. algunos de los que forman la estructura estan cansados del abuso general y empezaron a desencadenar procesos de cambio, especialmente aquellos que formaban la estructura de los lugares de paso de una planta alta a una baja, como las escaleras. encontraron que habia salidas y, aceptando su condicion actual, decidieron sacudirse."
"no entiendo del todo. dices que aquellos que hacian parte del edificio del instituto estan queriendo hacer cambios desde su condicion de pisos y techos, y paredes..."
"y puertas y escaleras y corredores. Si."
"y esta sucediendo ahora."
"si. algo como eso. pero vamos, hay que continuar."
"adonde vamos." cecil me miro tranquilo pero no respondio con palabras. me hizo saber que tenia que seguirlo.

despues de la vibracion la cosas se estaban elongando un poco. en algunos lugares parecia una hinchazon. y en otros las lineas estaban cediendo. como si se estuvieran desinflando. poco a poco las lineas rectas desaparecian de todo el lugar. los pisos hechos con baldosas cuadradas parecian sufrir los cambios mas radicales. los edificios crujian ahora como si todos los objetos estuvieran cantando una sinfonia desordenada.
"se estan librando de la linea recta." dijo cecil.
"que quieres decir?"
"es uno de los principios mas fuertes que los sostiene, pero es una tirania basica."

las lineas rectas estaban desapareciendo en verdad. pero era un trabajo tan arduo de parte de todos los objetos que el ruido se hacia cada vez mas ensordecedor. los vidrios de las ventanas, los marcos, y las paredes que los rodeaban tenian que hacer esfuerzos conjuntos para no ocasionar daños. estaban logrando curvas de verdad extrañas. cecil me llevo hasta un lugar en el prado desde donde podiamos observar al edificio en su totalidadd.
"desde aqui podremos observarlo."
"y que va a pasar con los que estan adentro?"
"dudo que les pase algo. algunos empezaran a hacer parte del edificio en su nueva configuracion. y otros van a dar una lucha por el viejo orden. es una batalla de la que tu y yo no hacemos parte. pero creo que hara una vista magnifica."

supongo que pasamos desapercibidos y nadie nos noto. el edificio seguia su transformacion y cada vez se veia menos como un conjunto de bloques apilados simetricamente y mas como una montaña o como un trozo de hielo que se derrite. en realidad el movimiento de las cosas no parecia seguir ordenes precisas o globales. unas partes cambiaban y otras. iban tomando la fuerza del cambio. otras se adaptaban a lo que habia sucedido. asi algunas ventanas crecian hacia afuera formando pequeños globos. y otras se encogian pero el vidrio de derretia hacia el exterior y caia formando ondas concentricas. las partes de la construccion jugaban entre si. como si cansadas de eternidades siguiendo la tirania del patron estuvieran ahora liberadas en un carnaval sensual y al mismo tiempo violento.

"es como un juego de formas" le dije a cecil.
"y es batalla tambien. hay elementos adentro que van a intentar mantener todo segun la vieja norma. con suerte el lado jugeton va a poder incorporarlos".

yo no podia creer que el animo gris del instituto estaba terminando en una batalla-juego con un edificio hirviendo en camara lenta con el fondo de atardecer encendido. S. estaba seguramente dando una pelea con su animo de puerta, abriendo y cerrando cerrando en la luz rojiza del atardecer. la luz violeta. el edificio se parecia mas y mas a una de esas nubes de colores. fuegos artificiales. era una celebracion de independencia-dependencia. y habia dolor tambien. decenas de instructores perdiendo las rutinas que habian incorporado con un esfuerzo inhumano. todas esas vidas dejadas en un vacio sin lineas a seguir.
cecil y yo estabamos tan despistados como cualquiera de ellos. o al menos eso pensaba yo. cecil se mantenia con su calma de madrugada con nubes. los dos sentados en el prado observando un sueño difuso. era una sorpresa que fueramos los unicos alli. estaba todo sucediendo en mi imaginacion?
"el instituto no ha muerto" dijo cecil como leyendo mis preocupaciones. "por ahora solo nos queda observar esta batalla como testigos impecables." cecil sonaba mas serio que nunca.
"que va a pasar con nosotros ahora? cecil."
"vamos a seguir nuestros caminos."
"no quiero sonar pesimista ni descontento cecil, pero el instituto es todo lo que se. desde que me trajeron mi vida ha sido solo el instituto."
"te acuerdas del viejo H.?"
cecil trajo una memoria vieja a mi mente. pero como podia cecil acordarse del viejo H. justo en este instante? yo lo habia olvidado hace mas tiempo del que puedo nombrar y sin embargo escuchar su nombre otra vez me trajo muchas imagenes. pero como lo habia olvidado. el viejo H. me habia enseñado cosas que de algun modo me habian mantenido a un paso de distancia del instituto. el viejo H. me habia enseñado a detenerlo de un modo extrañisimo. con gestos, con movimientos. me habia enseñado a escuchar sin perder la distancia. el lo hacia con su nariz roja y ojos claros y me obligaba a que encontrara una manera de hacerlo que fuera mi propia manera. hablaba poco pero miraba tanto. las memorias del viejo H. estaban ligadas lugares especiales. a imagenes. a H. le gustaban los bordes curvilineos y encontraba espacios acogedores que nadie mas imaginaba.
"dime cecil. que paso con H.?"
"no se. un dia desaparecio. solo me dejo esta libretita cuando se fue. me dijo que la iba a disfrutar y que si tenia suerte me iba a mostrar como mantenerme atento." cecil saco una libretita del bolsillo que cabia exactamenta en la palma de su mano. tenia cubierta roja como de cuero y las esquinas estaban redondeadas de viejas. "a lo mejor ya es hora de que la tengas" cecil puso la libretita en mis manos. la abri y estaba llena de dibujos. no eran dibujos complicados, tenian lineas amables y redondeadas. H. habia dibujado todo tipo de objetos. todo lo que lo rodeaba. no eran dibujos perfectos pero tenian un aire de inocencia y sabiduria al mismo tiempo. no tenia colores y habia pocas cosas escritas. a veces parecian diagramas. habian zapatos, mesas, esquinas. manos. habia una ternura infinita en la manera en que H. habia dibujado los edificios. llenos de curvas como si fueran castillos de fantasia y con torres sacadas de todas las epocas y culturas. era como si H. hubiera soñado el instituto tal como estaba ocurriendo ahora. en algunos dibujos las mesas se derretian para continuar en el pasto y en otros las sillas estaban todas a distintas alturas. las puertas se podiran abrir o cerrar en varias direcciones. habia puertas colgantes. puertas levadizas. puertas rodantes. puertas dentro de puertas.
"porque no me lo habias mostrado?" cecil dejo caer los brazos a los costados y sonrio.
"no se. te hace feliz ahora?"
"no lo puedo creer."
"entonces este es el momento oportuno."
"el viejo H. te dijo alguna vez acerca de lo que iba a suceder con el instituto."
"no. nunca lo menciono. no se si tiene algo que ver. sus dibujos me dejaron notarlo, pero es todo. el viejo H. habia imaginado muchas variantes de la textura del suelo y yo me la pasaba recreandolas en la mente mientras lo miraba. asi llegue a observarlo con mas detenimiento. es todo."
"me encantaria ver al viejo H. de nuevo."
"hazlo. eso te va a dar un impulso."
"y tu. que vas a hacer?"
"solo quiero caminar en esa direccion." cecil señalo la direccion opuesta al instituto. "sospecho que hay mucho que ver alli."

no me sorprendia que cecil quisiera ir en la direccion contraria. en cuanto a mi, queria ver a H. aunque no sabia por donde empezar. en el costado derecho del edificio estaba empezando a crecer una torre con techo redondeado. subia lentamente como un hongo, era apenas visible con el sol ahora oculto y el cielo apagandose lentamente con una explosion de violetas. olia al viento del atardecer. cecil y yo derramamos algunas lagrimas que eran de alegria y de incertidumbre al mismo tiempo. el instituto habia sido nuestro lugar en el mundo por tanto tiempo y ahora habiamos quedado literalmente libres y el vertigo de la libertad nos estaba haciendo cosquillas por todo el cuerpo.
"vamos a dormir alli esta noche." dijo cecil señalando la loma mas cercana. "conozco un arbol que nos va a proteger."

la ultima imagen que recuerdo del edificio era como un globo enorme de tela que empieza a llenarse de aire. habia algo definitivamente liviano, mucho mas liviano. era al mismo tiempo como una montaña y como un bosque de arboles bien llenos de hojas. cecil y yo caminamos con lo que quedaba de luz. no habia porteros en la entrada o no se preocuparon por nosotros. caminamos por por el camino durante un rato pero luego salimos a campo traviesa cuando encontramos una apertura en la cerca que lo rodeaba. me sentia lleno de una energia que no habia anticipado. no teniamos provisiones pero eso no importaba. eramos un par de animales domesticos al borde extatico de lo salvaje, teniamos energia de sobra. hace tiempo que no viviamos de planta en el lugar pero de una manera o de otra nuestras residencias eran solo extensiones del instituto. no era como para sorprenderse. la noche nos adopto, o tuvimos suerte. en el camino encontramos un arbol de naranjas y recogimos como para la cena y el desayuno del dia siguiente. el arbol era mas grande de lo que cecil habia pensado. el lo habia localizado desde el bus que nos traia a diario al instituto y por mucho tiempo habia querido conocerlo en persona. tenia un tronco grueso y ramas bajas en donde era facil subirse. tenia raices enormes que salian a la superficie y que te podian abrazar.

fue una de esas noches con media luna brillante iluminandolo todo. afuera del instituto la tierra parecia tan vasta como el cielo. cecil me dijo que antes de que lo trajeran al instituto su papa lo llevaba de paseo por el campo y que nunca se sentia tan a gusto como cuando soñaba con esos paseos.
"ya no recuerdo como eran exactamente. solo se que habia noche y calma y mi padre me decia que los insectos estaban pintando, que habia que cerrar los ojos e imaginar que el sonido era una gran imagen que se movia llena de profundidades y colores inconcebibles..." los dos cerramos los ojos entonces y empezamos a ver el sonido de los insectos.
"no te asusta la manera en que desaparecio el instituto? podria pasarle a cualquiera de nosotros."
"nos esta pasando en este mismo instante" dijo cecil con su tono mas grave. por un momento pense que iba a estallar en una risotada pero cerro los ojos otra vez y siguio escuchando los insectos.
"tu crees?"
"no. estoy seguro."
"entonces vamos a empezar a vernos difusos y luego vamos a cambiar de forma?"
"no hay de que preocuparse. nunca hemos sido lineas rectas, ni siquiera en los peores momentos. echate una buena mirada. ves alguna linea recta? no. curvas y curvas. el instituto no alcanzo a ser tan radical contigo."
"estoy agradecido por eso."
"ni lo digas. si hubieramos encontrado la paciencia de los objetos un poco antes seguro estariamos alli haciendo parte de algun corredor, en una lucha que casi no nos pertenece."
"cecil, que va a ser de nosotros?"
"no se. y no quiero que caigas en esa incertidumbre. no la necesitas todavia." la noche, despejada pero tibia, olia a flores lejanas. como cuando uno ha llorado mucho y sale a la calle. entre los insectos y la voz de cecil contandome de los paseos con su padre que habia olvidado pero que completaba imaginandolos me quede dormido. abrazado por un par de raices y una manta de hojas secas que pudimos recoger en los alrededores. en mi bolsillo la libreta que habia dibujado el viejo H. y de la que cecil se habia desprendido tan facilmente. esa noche soñe con una ciudad que parecia familiar pero que no era una sola sino muchas, o era una ciudad con varios nombres en donde las calles se conectaban una con la otra a travez de pasajes de tiempo y espacios de memorias olvidadas, a veces con colores a veces con tonos de sepias antiguos. ciudad liquida. me movia por la ciudad de muchas maneras distintas y siempre veia ciudades distintas dependiendo de como me moviera. fue un sueño lleno de posibilidades, como una esperanza compleja en un caleidoscopio de anilinas.

nos despertamos un poco despues de la salida del sol. hacia frio pero el sol nos empezo a calentar. comimos algunas de las naranjas que habiamos recogido el dia anterior y quedamos activados por una energia citrica y por una atencion renovada por el sueño. nos estiramos un poco y subimos al arbol a ver nuestro recorrido. aun desde la rama mas alta no se podia ver el viejo instituto. fue reconfortante quedarme con la imagen oscura de la noche anterior aunque tenia curiosidad de ver la forma que habia tomado ahora. cecil seguia empeñado tomar el camino que me habia señalado, y yo, yo no tenia ideas. escapar era lo que queria por ahora. pero escapar con un ritmo lento. con el ritmo que me vinieran presentando los acontecimientos. me parecia un poco apresurado seguir el impulso de cecil y me parecia que el estaba mas que listo para estar por su cuenta. de alguna manera yo se lo debia y el se lo debia a si mismo. ahora no era solo el instituto lo que nos unia.
cecil y yo nos miramos a los ojos por un tiempo interminable como si asi pudieramos decir todo lo que no podiamos articular con palabras. asi fue. nos abrazamos en silencio y nuestras manos se hicieron alguna promesa que ninguno de los dos podia entender en ese momento. cecil partio tranquilamente en una direccion y yo parti en otra. la ultima imagen que tengo de cecil esta borrosa por el sol que me daba en la cara. cecil es una silhueta en el horizonte caminando con ese ritmo del que solo saben las siluetas. yo camine por un tiempo que no puedo concebir, y un dia, despues de que me habia olvidado de mi mismo vi una ciudad. ah, era como una ciudad que ya habia conocido. tenia una familiaridad muy extraña aunque me recibio con el aire tosco de las ciudades. con sus bordes y esquinas en toda dureza. pero con un poco de tiempo nos empezamos a reconocer. yo habria dicho que no habia salida. y no hay salida. acaso hay salidas en verdad? es lo que habria pensado. cecil era como una entrada. y la libretita del viejo H., bien, a esa no hay que darle nombres que no necesita.